En sus entrañas, la ciudad de Zacatecas esconde la riqueza de El Edén. Literalmente. Como una de las minas más antiguas y abundantes del país —y quizás, de América Latina entera—, cuenta con yacimientos de oro, plata y otros metales preciosos. Con más de 430 años de antigüedad, este espacio subterráneo mantiene la belleza de la capital del estado hasta nuestros días. Ésta es su historia.

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La ciudad ‘de cantera y plata’

Vista trasera de la catedral de Zacatecas.Nick Leonard/UNESCO/CPE(CC-BY-SA IGO 3.0)

Desde la época colonial, tras el contacto con los evangelizadores venidos de Europa, Zacatecas se vistió con ropajes barrocos. Su catedral y varias iglesias de menor envergadura tienen fachadas de cantera rosa, maquilladas con rebuscados ornamentos católicos. Incluso desde sus orígenes, la ciudad se consolidó como una de las joyas mineras del país. Particularmente, por su intensa producción de plata.

De hecho, la actual capital del estado se fundó para explotar la mina principal, que funciona hasta la actualidad. Los colonizadores europeos fincaron las bases sobre la ladera de un valle estrecho, coronado por el Cerro de la Bufa —uno de sus puntos de referencia más icónicos— que se contrasta con el profundo cielo azul del norte mexicano. Gracias a la extracción de éste y otros metales preciosos, como el cobre y el oro, la ciudad prosperó.

Basílica de la Asunción de María de Zacatecas (Zacatecas), al norte de México.Adrián Cerón /Wikimedia Commons(CC BY-SA 4.0)

La traza urbana zacatecana imita el urbs quadrata romano, conocido por dividir las manzanas en cuadrados perfectos. Por el impresionante estado de conservación de los templos y las calles, que conservan esta configuración traída de Europa, en 1993 Zacatecas ingresó al catálogo de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. En especial, por la línea arquitectónica colinial que conserva el zócalo, ubicado en el corazón del Centro Histórico.

La intensa extracción de plata hizo que Zacatecas se convirtiera en un referente en todo el país, ya que se encuentra mucho más al norte de las demás ciudades mineras. Esta riqueza, a su vez, propició que la ciudad pudiese vestirse con los mejores arquitectos de la época, tanto para sus edificios sacros como civiles. Por ello, desde la época colonial se le conoce como la ciudad con ‘rostro de cantera y corazón de plata’.

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Una ciudad sostenida en una cama de plata

El Edén mina en ZacatecasKV MG / Unsplash

Varios siglos más tarde, Zacatecas sigue siendo uno de los estados mineros más activos de México. De acuerdo con los registros del Gobierno de Zacatecas, estos son los metales que se pueden encontrar, aún hoy, en la Mina ‘El Edén’:

• Plata (Ag)

• Cobre (Cu)

• Oro (Au)

• Zinc (Zn)

• Plomo (Pb)

• Cuarzo (SiO2)

• Fierro (Fe)

Además de conservarse como una de las principales minas del estado, y de todo el norte de México, la Mina ‘El Edén’ a las afueras de Zacatecas se ha convertido en un sitio turístico. Para ingresar, los visitantes deben de adentrarse en las fauces del socavón ‘La Esperanza’, donde les espera un ferrocarril para llegar al fondo de la zona turística.

De acuerdo con el portal oficial del sitio, el tren tiene “paredes transparentes, que permiten apreciar cada detalle”. Los andenes recorren 7 niveles que, en orden cronológico, relatan la historia de ‘El Edén’ en Zacatecas. Desde su fundación en 1546, hasta el descubrimiento del yacimiento de plata a los pies del Cerro de la Bufa. De la misma manera, el recorrido incluye un museo donde se exhiben variaciones de rocas traídas de todo el mundo, desde Brasil hasta Marruecos. 

Por Agencias