“Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.
Sabiduría 2,12.17-20

Santiago 3,16 – 4,3

Marcos 9,30-37

La palabra de Dios en este domingo nos presenta dos formas de pensar y de actuar diametralmente opuestas, incompatibles la una con la otra. Estas dos maneras de entender la vida y que se reflejan en el comportamiento son: el egoísmo, enmarcado por la soberbia, y el amor, enmarcado por la humildad.

El texto del libro de la Sabiduría (primera lectura) habla de los malvados que buscan a toda costa la destrucción de los justos. La razón por la que buscan acabar con ellos es muy sencilla: los justos, con sus palabras y su comportamiento, cuestionan el estilo de vida de los impíos, y esto no lo pueden permitir ni aceptar; incluso se atreven a poner a prueba a Dios para ver si toma partido por los buenos: “Si el justo es hijo de Dios, él lo ayudará y lo librará… Sometámoslo a la humillación y a la tortura… Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay alguien quien mire por él”.

El apóstol Santiago, en su carta, sigue esta misma temática, contraponiendo a los que tienen la sabiduría de Dios (que son amantes de la paz y que están llenos de virtudes, como la comprensión, la docilidad, la misericordia, y la sinceridad), con aquellos que, aun siendo miembros de las comunidades cristianas, se guían por las malas pasiones, la violencia, la codicia y la ambición.

En el evangelio de san Marcos el Señor Jesús les presenta a sus discípulos un camino de sufrimiento, de cruz, de muerte y de resurrección, todo un estilo de vida que ellos, como seguidores suyos, deberán conocer, aceptar y seguir. Sin embargo, mientras el Maestro los educa, ellos van discutiendo por el camino quién es el más importante. Jesús concluye diciéndonos que, en su propuesta evangélica: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”, ejemplificando la enseñanza con la pequeñez de un niño.

En la celebración eucarística de este domingo, hagamos el propósito de reflexionar en el camino que Dios nos propone hoy en su Palabra, a fin de comprometernos con Jesús a optar por un estilo de vida acorde con su Evangelio: fidelidad a Dios, paz, comprensión, docilidad, misericordia, sinceridad, aceptación del camino de la cruz, servicial y humildad. Así sea.

¡Que tengan un excelente domingo!

Ruy Rendón Leal

Arzobispo de Hermosillo

Por Agencias

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