LinkedIn, la red social aparentemente dedicada al trabajo, tiene ahora un espacio solo para jugar. La empresa ha lanzado LinkedIn Games esta semana, después de haber tanteado el terreno a principios de año. Los nuevos juegos de lógica y rompecabezas son gratuitos, sencillos y no son más que una pequeña imitación de la popular oferta de juegos de The New York Times.
En una entrada de blog atribuida al vicepresidente de LinkedIn, Daniel Roth, la empresa afirma que el objetivo de los juegos es ofrecer a los usuarios un breve descanso mental mientras están en la plataforma. Y, por supuesto, la parte tácita: Los juegos mantienen a la gente en la plataforma durante más tiempo e impulsan la participación.
«Nuestro objetivo en LinkedIn es seguir encontrando formas de reunir a los profesionales para que estén informados y conectados. Queremos dar a la gente una forma de ejercitar su cerebro mientras se toma un descanso rápido, pero también dar a la gente una razón para conectar con los demás. Esperamos que estos juegos susciten bromas, conversaciones e incluso un poco de sana competencia entre profesionales de todo el mundo», comenta Roth.
Al igual que los juegos de The New York Times, los de LinkedIn solo se pueden jugar una vez al día. Los usuarios pueden compartir sus puntuaciones directamente en la plataforma, por si alguien necesita hacer aún más competitiva la publicación en LinkedIn.
LinkedIn comparte tu actividad en la plataforma por defecto. Cambia esta configuración y podrás husmear en los perfiles de otras personas sin que lo sepan.
Cómo jugar en LinkedIn
Actualmente hay tres juegos disponibles. Pinpoint es como jugar a una fila de los juegos Connections de The New York Times. Crossclimb, un juego de parejas parecido a Wordle en el que hay que responder a pistas para resolver un enigma mayor; y Queens que es una mezcla de ajedrez y Sudoku que me molestó lo suficiente como para sentirme obligado a terminarlo a toda costa.
Puedes acceder a los juegos de tres formas
- En el apartado de Noticias de la página de inicio de tu LinkedIn.
- Accediendo desde la página de Mi red.
- Directamente desde linkedin.com/games/
Durante décadas, los beefs o disputas han formado parte de la cultura hip-hop. La actual batalla entre Kendrick Lamar y Drake demuestra hasta qué punto el espacio digital ha transformado las peleas entre raperos.
Pinpoint
Pinpoint es un juego de asociación de palabras. Se te presentan cinco palabras diferentes, y tu trabajo consiste en adivinar la categoría en la que encajan, utilizando el menor número de palabras posibles.
Crossclimb
Este minijuego te da una pista para una palabra, y con esa palabra como punto de partida, crearás una escalera de palabras en la que cada entrada posterior tendrá solo una letra menos que la anterior. Si colocas las palabras en el orden correcto, descubrirás la pista que te permitirá adivinar las entradas cerradas de la escalera para ganar el juego.
Indeed y LinkedIn están incorporando más IA generativa para mejorar los procesos de contratación y búsqueda de empleo. Algunos reclutadores todavía no están convencidos de su eficacia.
Queens
Que LinkedIn agregara esta opción a su catálogo de juegos fue un gran acierto para todos los usuarios fanáticos de Sudoku. La diferencia con el juego tradicional es que usa piezas de ajedrez en lugar de números. El objetivo es colocar las reinas en una cuadrícula de tal forma que no haya dos reinas que puedan atacarse entre sí, asegurándose de que cada fila contenga exactamente una reina.
Este juego fue la razón por la que me atrasé entregando este artículo a mi editor. Se pueden imaginar lo adictivo que es.
¿Por qué LinkedIn incursiona en los juegos?
La decisión de LinkedIn de entrar a los juegos no es de sorprender. Las empresas de contenidos digitales luchan por ganar dinero con la reducción de ingresos por publicidad. Por eso, añadir un apartado de contenidos interactivos ha demostrado ser enormemente valioso, al ofrecer a las empresas una forma única de captar nuevos usuarios y atraer antiguos.
Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.
