Después de que WIRED se pusiera en contacto con Vevo, que distribuye videos musicales en YouTube que a veces aparecen dentro de Musi, ésta dijo que planea tomar medidas contra la aplicación. «Recientemente hemos tenido conocimiento de la aplicación de videos musicales Musi. Los videos musicales de la aplicación no tienen licencia de Vevo, y Musi está utilizando la marca Vevo en su servicio sin licencia, por lo que Vevo tomará las medidas oportunas», asegura Evelyn Swiderski, portavoz de la empresa.

Musi ya se ha enfrentado antes a objeciones a sus prácticas comerciales

En octubre de 2019, la compañía presentó una demanda contra una red de publicidad en línea, alegando que había retenido pagos adeudados por anuncios que se ejecutaban dentro de la aplicación Musi. En noviembre de ese año, la red publicitaria presentó una contrademanda alegando que detuvo los pagos después de descubrir que el negocio de Musi era fraudulenta. «Musi estaba copiando música de YouTube a sabiendas e ilegalmente», rezaba la contrademanda, alegando que cuando los anunciantes se enteraron, perdió más de 7 millones de dólares. Un juez accedió a la petición de Musi de desestimar el caso sin perjuicio en 2020.

Cherie Hu, fundadora de la red de investigación del negocio musical Water & Music, describió la interfaz de Musi como utilitaria. Es un lugar para escuchar música y hacer listas de reproducción, y eso es todo. Los usuarios no ven las letras de las canciones, ni información sobre próximos conciertos, ni nada que sugiera colaboraciones o asociaciones con artistas. «Es una forma muy genérica de comisariar y presentar la música», afirma. Incluso después de más de una década de funcionamiento, sigue pareciendo más el proyecto de fin de carrera de un brillante estudiante de informática que un producto profesional.

Musi anuncia que no aloja los videos musicales que transmiten sus usuarios, sino que hace hincapié en que esos videos proceden de YouTube. Esos videos aparecen en la interfaz básica de Musi, pero algunos hacen alarde de su origen con marcas de agua de YouTube o Vevo. Los usuarios tienen que ver los anuncios de video nada más abrir Musi y luego pueden reproducir audio sin interrupciones, pero los anuncios de video se reproducen en silencio cada pocas canciones mientras la música continúa. La aplicación también muestra banners publicitarios, pero los usuarios pueden eliminar todos los anuncios de la app por una tarifa única de 5.99 dólares.

A diferencia de sus principales competidores, Musi no ofrece una función de descarga, por lo que la música se detiene sin acceso a internet. «Sinceramente, esto no será una característica nunca, debido a las restricciones establecidas por YouTube», dijo una cuenta de soporte de Musi a un fan que el año pasado preguntó en Reddit si un modo sin conexión iba a llegar.

James Grimmelmann, profesor de Derecho Digital y de Internet en la Universidad de Cornell, aclara que el funcionamiento de Musi plantea una serie de interrogantes. «¿Se trata de una infracción de los derechos de autor? Una licencia para YouTube podría no ser una licencia para Musi», explica, «¿viola esto las condiciones de servicio de YouTube de forma que YouTube pudiera cortarlo?» De momento, las respuestas no están claras.

¿Es legal?

Una incógnita es si la reproducción de una canción en Musi supondrá la misma cantidad de ingresos para un artista que si se reprodujera directamente en YouTube, sobre todo porque los cálculos de los pagos por streaming dependen de diversos factores. La cuenta de soporte de Musi en Reddit ha dicho a los oyentes que sí, sin aportar más detalles ni pruebas. Tampoco está claro si un titular de derechos que desee retirar su música de Musi tendría un mecanismo claro para hacerlo sin retirarla también de YouTube.

Al aprovechar YouTube de este modo, Musi parece haber conseguido algo extraordinario: crear un negocio floreciente de música en streaming sin tener que hacer el trabajo de cerrar acuerdos con sellos discográficos y distribuidores. Por eso, David Herlihy, abogado especializado en derechos de autor y profesor de la industria musical de la Universidad Northeastern, califica a Musi de «vendedora ambulante». Cree que la aplicación se ha librado hasta ahora porque técnicamente no está infringiendo ninguna ley. «Es legal», dice. «Están enlazando con YouTube, y YouTube tiene licencias».

Por Agencias

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