El jueves, Taylor Swift hizo algo muy Taylor Swift: publicó una historia de Instagram con un enlace para comprar «Fortnight», el primer single de su nuevo álbum, The Tortured Poets Department. Estuvo bonito, puede que incluso haya sido innecesario. Taylor Swift es una de las artistas más importantes del mundo. Anunció The Tortured Poets Department en febrero, mientras aceptaba el Grammy al mejor álbum vocal pop por su último disco, Midnights. El año pasado, Swift vendió 19 millones de discos, solamente en Estados Unidos; no tiene por qué publicar historias en IG sobre un nuevo single. Sin embargo, ahí estaba ella, como si fuera 1989.

La supuesta filtración de The Tortured Poets Department de Taylor Swift

Sin embargo, mientras posteaba, algo más agitaba a su enorme base de fans: The Tortured Poets Department se había filtrado, supuestamente gracias a un enlace de Google Drive que circulaba por la red.(La piratería está de vuelta, sí). Casi de inmediato, hubo dos bandos. Uno prometía que los verdaderos fans esperarían hasta el lanzamiento oficial del álbum, el viernes a medianoche. El otro grupo no podía esperar y pulsaba Play de todos modos. Entre este último grupo había un subcampo: quienes pensaban que la filtración (o parte de ella, al menos) era producto de la inteligencia artificial.

Las afirmaciones de que «tiene que ser IA» provienen de varios rincones, pero muchas parecen derivar de una línea en particular, dentro de la canción que da título al álbum, en la que (supuestamente) Swift canta: “You smoked then ate seven bars of chocolate / We declared Charlie Puth should be a bigger artist” (Fumaste y luego te comiste siete tabletas de chocolate / Declaramos que Charlie Puth debería ser un artista más grande». Los rumores especulan que es una línea sobre su ex, Matty Healy.

El audio ha sido retirado por violar los derechos de autor, pero cuando un usuario de X publicó ese fragmento en internet, no tardaron en aparecer las insinuaciones de que había sido generado por inteligencia artificial.

Taylor Swift normal vs. Taylor IA

Tras el lanzamiento del álbum, eso sí, todo el mundo se enteró de que la canción era real. También se supo que las pistas que habían estado circulando antes del lanzamiento del álbum eran simplemente una parte del paquete. Swift volvió a Instagram a las 2 de la madrugada del viernes para anunciar que en realidad se trataba de un «DOBLE álbum secreto». Guau, Taylor. The Tortured Poets Department: The Anthology. 31 canciones en total. Pero la reacción de «debe de ser la IA», sigue siendo compleja y preocupante.

La vida online está plagada de falsedades generadas por la IA. A los pocos años de la revolución de los grandes modelos de lenguaje, la necesidad de no creer a tus ojos es un hecho. Lo mismo ocurre con los oídos. El mayor problema es que, si bien el escepticismo y la comprobación de los hechos son, por lo general, siempre una buena idea cuando se obtiene información en línea, la IA se ha vuelto tan frecuente que también puede ser una excusa: ¿No te gusta lo que ven tus ojos? Pues mejor convéncete de que es IA.

Es que ya casi estamos ahí

Lo que hace que todo esto sea aún más complicado es que la IA está progresando hasta el punto de que componer algo como The Tortured Poets Department no parece estar muy lejos de sus posibilidades. Una versión de Johnny Cash creada por IA ya ha versionado «Blank Space» de Swift, y «Heart on My Sleeve», una canción generada por IA en 2023, que sonaba sorprendentemente parecida a una de Drake y The Weeknd, se parecía tanto a la real que hubo quienes pensaron que podría ser una táctica promocional.

Cuando el frenesí en torno a The Tortured Poets Department finalmente se calme, todo esto probablemente acabará pareciendo una distracción menor. Pero muestra algo incómodo sobre el fandom en línea: hay mucha gente que se apresura a defender a su favorito, incluso cuando la crítica es válida.

¿Lo necesitan?

Esto resulta especialmente agotador porque es un recordatorio de que la interdependencia entre internet y artistas como Swift y Beyoncé, por ejemplo, nunca ha sido mayor. En muchos sentidos, ninguna de las dos necesita realmente el apoyo de las hordas en línea que protegen su buen nombre y promocionan su música. Son superestrellas conocidas internacionalmente. La gente se enteraría de sus giras y de las películas de sus conciertos en Netflix y en Disney+, aunque cada palabra que pronunciaran no se convirtiera en viral.

Sin embargo, ver cómo se hacen virales se ha convertido en un deporte en sí mismo. Los easter eggs de Swift (los extraños pop-ups de Spotify y los álbumes dobles sorpresa), los posts de Instagram sin pie de foto de Beyoncé, estas cosas se convierten regularmente en noticia, y atraen a gente a la que quizás no podría importarle menos, solo para ver por qué todo el mundo está tuiteando. Este es el Uróboros de la música pop moderna.

Aunque esta notoriedad ha hecho muy ricos a unos pocos artistas, también ha creado una serie de problemas. Sí, los Beyhive y los Swifties pueden ser intensos, pero también están sus detractores que, en el caso de Swift, promueven innumerables y estúpidas teorías conspirativas, la mayoría de ellas relacionadas con que es una operación psicológica del gobierno para influir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024. Sus jets privados son ahora de interés público.

Sin embargo, los fans de Swift se movilizan. Cuando las imágenes pornográficas falsas de la cantante se hicieron virales en las redes sociales en enero, sus fans se unieron para ahogarlas en mensajes de «Protejan a Taylor Swift». Cuando Ticketmaster se equivocó al poner a la venta las entradas de su gira Eras Tour, los fans hicieron tanto ruido que los legisladores estadounidenses tomaron nota. El martes, el Consejo de Supervisión de Meta anunció que está examinando más de cerca las falsificaciones en sus plataformas. Ese mismo día, The Wall Street Journal informó de que el Departamento de Justicia de EE UU tenía previsto presentar una demanda antimonopolio contra Live Nation, la empresa matriz de Ticketmaster.

Casi me dan ganas de ver qué pasaría si alguien intentara hacer pasar a Taylor IA por la de verdad.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.

Por Agencias

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