Declarados Pueblos Mágicos, Tlalpujahua y Chignahuapan se disputan el título del “Pueblo de la eterna Navidad”. El motivo de la rivalidad es que los dos municipios atraen anualmente a miles de visitantes, nacionales y extranjeros, ávidos de adquirir las preciadas esferas artesanales y disfrutar de los atractivos que cada uno de estos destinos turísticos ofrece no solo en la temporada navideña, sino todo el año.

Lo mismo en Tlalpujahua que en Chignahuapan, la producción de millones de esferas sigue técnicas tradicionales que han pasado de generación en generación, tanto en talleres familiares como en fábricas, que han incorporado innovaciones en su proceso de elaboración. En cualquiera de esos ámbitos, el visitante tiene la oportunidad de ver in situ este trabajo, que consiste en seis fases, generalmente realizadas por artesanos especializados en una sola de ellas: 1. El globeo, con el que se le da forma a cada pieza mediante el soplado de vidrio. 2. Plateado, en él se le da su característico brillo. 3. Pintado y decorado a mano, acorde con la creatividad del artesano. 4. Corte del excedente de vidrio de la esfera. 5. Encasquillado, para permitir que la pieza pueda colgarse, y por último, 6. El empaquetado para su distribución y venta en la variedad de tiendas de la propia localidad, el resto del país y el extranjero, así como para su envío si la venta es en línea.

Tlalpujahua y Chignahuapan, están emparentados por tener atractivos semejantes, pero en con sus propias identidades: son pueblos mágicos, tienen una rica tradición cultural y artesanal.Shutterstock

El tamaño de las esferas va, por lo regular, desde el número 0, las más pequeñas, hasta el 12, las más grandes; aunque eventualmente pueden ser más diminutas o enormes, según lo requiera el proyecto ornamental. Además, si bien predomina la forma esférica, que le da nombre a esta artesanía, las figuras representadas son tan ilimitadas como la imaginación: desde toda clase de personajes, seres fantásticos, animales y plantas, hasta todo tipo de objetos y símbolos, tradicionales y contemporáneos. Por otra parte, en la decoración de las piezas suelen incorporarse novedosos materiales y elementos, como las luces led, a fin de ofertar a los compradores esferas no solo artesanales, sino también innovadoras, esto con el propósito de enfrentar la competencia de productos similares de menor calidad, más baratos y hechos en otros lugares de México o importados de países como China, principalmente.

Pero amén de su encanto, como Pueblos de la eterna Navidad, Tlalpujahua y Chignahuapan ofrecen a sus visitantes cuantiosos atractivos naturales, históricos y culturales dignos de conocerse y disfrutarse, incluyendo sus respectivas ferias de la esfera. 

Tlalpujahua, “tierra de tezontle”

Ubicado al noreste del estado de Michoacán y aproximadamente a dos horas y media de la Ciudad de México, Tlalpujahua fue declarado Pueblo Mágico en 2005. Su nombre, proveniente de los vocablos náhuatl tlalli (tierra) y poxohuac (esponja, bofa), significa: “tierra bofa o esponjosa”, lo cual se cree que hace alusión al tezontle, piedra volcánica porosa que forma parte de los suelos donde se asienta el municipio.

Además de ser famoso mundialmente por sus esferas de Navidad artesanales, Tlalpujahua también ha cobrado renombre internacional por su alfarería en barro, su cerámica de alta resistencia y su arte plumario. Este último consiste en la realización de paisajes y retratos creados con plumas multicolores de aves, destacando el trabajo en los talleres del maestro Luis Guillermo Olay.

Sin embargo, los encantos de esta localidad no se reducen a sus reconocidas artesanías. También ofrece al visitante magníficos lugares para disfrutar de la naturaleza, como el Parque Nacional Rayón (conocido también como del Gallo), en donde es posible hacer pícnic, acampar, practicar senderismo o escalada en medio del bosque, o bien, pasear en lancha por la presa Brockman. Otro lugar ideal para el senderismo y la observación es la sierra Chincua, uno de los santuarios de oyameles adonde llega, desde Canadá y EUA, la mariposa monarca a pasar el invierno.

Muchos lugares de nuestro país son recurrentes por sus artesanías con motivos navideños, la variedad es inagotable en motivos y simbolismos.Shutterstock

Aparte de estos atractivos naturales, Tlalpujahua ofrece sitios de interés histórico, como el museo de sitio de la inhabilitada mina Dos Estrellas y la torre de la iglesia del Carmen, único vestigio del templo sepultado en 1937 por una avalancha de lodo provocada por la actividad minera. Otras atracciones culturales en la cabecera del municipio son el Museo Hermanos López Rayón (próceres de la Independencia de México); el convento de San Francisco y la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, cuyas edificaciones datan de la época del Virreinato, así como el santuario de Nuestra Señora del Carmen, de estilo totalmente barroco.

Respecto a este municipio como “Pueblo de la eterna Navidad”, es oportuno citar la ocurrente frase de que “El taller de Santa Claus no está en el Polo Norte, sino en Tlalpujahua”, donde se muestra el proceso de elaboración de las esferas navideñas y se venden, junto a muchos otros adornos de temporada, de enero a diciembre.

Chignahuapan, “sobre las nueve aguas”

Nombrado Pueblo Mágico en 2012, Chignahuapan es un municipio del norte del estado de Puebla, a poco más de dos horas y media de la Ciudad de México. Su nombre, proveniente de los vocablos en náhuatl chicnahui, (nueve), atl, (agua) y pan (sobre), significa “sobre las nueve aguas”, en alusión a los manantiales que conforman la laguna que es uno de los principales puntos de interés de la naturaleza en la zona, sobre todo para pasear en lancha o practicar la pesca.

Otro atractivo de ese tipo es el Salto de Quetzalapan, una impresionante cascada de más de 200 metros de altura que cae del río homónimo, procedente de la laguna de Chignahuapan. Es el escenario donde los visitantes pueden realizar actividades extremas, como tirolesa, rapel y caminata sobre cables tendidos de acero. Para una experiencia más relax, la opción es el balneario y resort de aguas termales, rodeado de montañas, con sus albercas públicas y privadas, y sus servicios de hospedaje, gastronomía y spa.

A estos fascinantes lugares se suman los sitios culturales e históricos en la cabecera municipal, teniendo como punto de partida la plaza de la Constitución. En el centro de esta explanada sobresale un colorido quiosco de estilo mudéjar, elaborado de madera, rematando con su linda fuente. En la propia plaza se alzan el palacio municipal, con su mural que narra la historia del pueblo y la zona, cerca de ahí, la parroquia de Santiago Apóstol, edificada en el siglo XVI con su fachada multicolor de estilo barroco e indígena, fue creada entre los siglos XVIII y XIX.

La fabricación y ornamentación de esferas navideñas, llegó a nuestro país en el periodo colonial, al igual como sucedió con todas las expresiones artísticas provenientes del Viejo Continente.Shutterstock

Ahí mismo pueden verse la estatua del famoso comediante Gaspar Henaine, mejor conocido como “Capulina”, oriundo de Chignahuapan, así como los bustos de Ildefonso Illescas y Rafael Méndez. El primero fue el sacerdote que impulsó la edificación de la basílica menor de la Inmaculada Concepción, presidida por una efigie de esta Virgen, esculpida en madera, de 14 metros de altura. El segundo personaje fue pionero en la elaboración de las esferas navideñas que le han dado fama y fortuna a la localidad. ¡Feliz Navidad eterna, desde Tlalpujahua y Chignahuapan!

Por Agencias