En México, la Secretaría de Agricultura salió el pasado sábado al paso con un comunicado que explica que Malichita cuenta con controles para saber el recorrido de sus melones y que han tomado muestras en los ejidos para saber si estaban infectados en origen.

“La empresa cuenta con controles necesarios para la trazabilidad de sus operaciones, lo cual permite seguir el rastro del melón, desde la unidad de producción hasta su ingreso a territorio estadounidense, punto desde el que el producto entró a Canadá”, explica el mensaje.

El brote de salmonelosis podría afectar al negocio de los melones mexicanos, sobre todo al eslabón más bajo de la cadena, los agricultores, como ya pasó con la crisis de los pepinos en España.

Tras este país, México se sitúa como el segundo mayor exportador de melón del mundo, un negocio que dejó una derrama de 331 millones de dólares (unos 5.766 millones de pesos) en 2021, según el último informe del Observatorio de Complejidad Económica.

Casi la totalidad de las ventas se hacen a Canadá y Estados Unidos, que reciben 99 de cada 100 melones que salen de México.

La PHAC ya hizo sonar las alarmas a principios de noviembre respecto a melones de la marca Malichita vendidos en Canadá entre el 11 de octubre y el 14 de noviembre.

A finales del mismo mes, la agencia señaló también los de la marca Rudy comercializados entre el 10 de octubre y el 23 de noviembre. La provincia más afectada ha sido Quebec, con 91 casos. Los productos también fueron vendidos en Columbia Británica, Manitoba, Ontario, Terranova y Labrador, Nueva Escocia, Nuevo Brunswick e Isla del Príncipe Eduardo.

Por Agencias