Majestuoso, esa probablemente sea la palabra más adecuada para describir al quetzal. El vuelo de esta hermosa ave es un espectáculo que, según consideran los expertos, incluso pudo haber inspirado los mitos de Quetzalcoatl – la serpiente emplumada -, una de las principales deidades de las culturas mesoamericanas.

Belleza divina

El plumaje del quetzal (Pharomachrus mocinno) macho en cabeza, espalda y alas es de un llamativo color verde metálico con algunas otras verde turquesa, las alas también cuentan con plumas color gris oscuro con vivos en blanco, mientras que las del vientre son rojas, contrastando con el resto del cuerpo del ave, y para rematar cuenta con un pequeño penacho.

Las hembras cuentan con los mismos colores de plumaje pero con tonos ligeramente apagados y sus plumas ventrales son blancas – en lugar de rojas -, evidenciando que ellas son las que seccionan al macho con el que se reproducirán, siendo los machos quienes tienen que hacer un despliegue visual para convencer a la hembra de ser el más adecuado padre de sus hijos.

Sin duda podemos comprender por qué nuestros ancestros le dieron un carácter divino a esta ave.Ondrej Prosicky /iStock

Pero no solo los colores de esta ave son emblemáticos, la característica que más destaca, y la cual le da su fama, son las plumas de la cola de los machos. Estas plumas se desarrollan durante la temporada de apareamiento y aunque también son de color verde, son iridiscentes. Esto es una propiedad óptica en la que una superficie se ve de distinto color dependiendo del ángulo desde el cual se mire.

Un ave culturalmente importante

Estas plumas fueron particularmente apreciadas por las culturas mesoamericanas, que al relacionar al quetzal con el dios Quetzalcoatl, los gobernantes y nobles usaban sus plumas en penachos – como el penacho de Moctezuma o del México Antiguo – para conectarlos simbólicamente con la deidad. Para ello se capturaba al ave y se obtenían sus plumas, tras lo cual la liberaban, ya que matarlos era un crimen.

La importancia y relevancia del quetzal se mantiene hasta la fecha, el caso más claro probablemente sea el de nuestro vecino Guatemala, donde es su ave nacional, además de ser parte del escudo de armas y su bandera, por si fuera poco su moneda recibe su nombre por la hermosa ave.

La especie se distribuye a lo largo del sur de México, principalmente en Chiapas, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, en bosques montañosos frondosos y nubosos en altitudes de hasta 3.000 metros. Es justo en Costa Rica, uno de los países que más esfuerzos hace en su combate al cambio climático y a la conservación de hábitats, donde se desarrolla un importante proyecto para intentar conservar al quetzal.

El calentamiento global afecta la anidación del quetzal

Si bien la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cataloga a la especie como “Casi Amenazada”, también se recalca que hay una tendencia hacia el decremento en las poblaciones. Esto directamente tiene que ver con el calentamiento global, ya que, al haber más periodos de sequía, los árboles donde los quetzales hacen sus nidos no cumplen con las condiciones necesarias para las aves, complicando que lleven a cabo sus ciclos reproductivos de forma adecuada.

Esto se debe a que los quetzales, con sus pequeñas garras y picos, no pueden perforar la madera de árboles vivos, necesitan entonces condiciones muy específicas para crear sus nidos.

Las condiciones necesarias para la construcción de sus nidos se han visto afectadas por la situación ambiental.nikpal /iStock

En primera instancia requieren de árboles muertos, cuya madera se ha debilitado también por la humedad, para poder hacer hoyos; también pueden utilizar hoyos u otros recovecos que ya se encuentren en los troncos debido al desgaste del árbol o bien por la acción de otros animales, como pueden ser los pájaros carpinteros.

Una vez tienen esta estructura disponible, la hembra deposita dos huevos y tanto ella como el macho se turnan para alimentarse y para empollar los huevos. A diferencia de otras aves que se caracterizan por mantener una pareja a lo largo de su vida, una vez que los quetzales tienen éxito en la crianza de sus polluelos, los padres se separan y vuelven a vidas solitarias, al menos hasta la siguiente temporada de apareamiento.

Costa Rica, con “los ojos sobre el quetzal”

Los periodos de sequía han comenzado a causar estragos en el éxito reproductivo de la especie ya que, al haber menos humedad, los árboles muertos no se debilitan lo suficiente para que el quetzal pueda crear un hoyo, o bien, por acción del viento estos árboles se caen.

Con el objetivo de ayudar a las aves, garantizando una reproducción exitosa, una organización no gubernamental enfocada en la conservación llamada el Centro Científico Tropical, ha puesto en marcha el proyecto “Ojos sobre el quetzal” en la Reserva Biológica Monteverde. Para ello han instalado 15 nidos artificiales equipados con cámaras trampa para apoyar la anidación del ave y monitorear su comportamiento.

Paola Ledezma y Wilson Salas, investigadores de la Reserva Biológica Monteverde explicaron a CNN que los nidos están construidos de tal forma que simulen los nidos naturales en el ambiente de los quetzales, pero colocándolos en postes metálicos, ayudando de esta forma a evitar los depredadores.

Durante enero las aves inspeccionan los nidos y desde ese mes y hasta abril se realiza el cortejo. Es a finales de abril y mayo que la hembra pone los huevos. El proyecto ha tenido éxito durante los seis años que lleva implementándose, de acuerdo a los investigadores, cada año se han usado cinco y seis nidos artificiales para la incubación de huevos y crianza de los polluelos.

No es de extrañar que desde Costa Rica se estén tomando acciones preventivas ante el evidente impacto que tiene el cambio climático sobre una de las aves más importantes a nivel cultural de la región. Proyectos como este vale la pena que sean replicados en otros lugares, para mantener la majestuosidad del quetzal por mucho tiempo más.

Referencias:

Por Agencias