Los cuernos, el dilema del rinoceronte

Por Erick Pinedo

No hay cuerno más icónico en la naturaleza que el de los rinocerontes. Con su piel gruesa y rígida que puede alcanzar hasta cinco centímetros de espesor, y un peso que fácilmente puede superar la tonelada, los “nariz cornuda” (del griego rhino: nariz, y kera: cuerno) son verdaderos tanques de guerra del reino animal que se erigen como parte de la megafauna contemporánea.

A pesar de su aspecto imponente y su tamaño robusto, los rinocerontes luchan por sobrevivir a una cruda realidad: la caza furtiva por sus codiciados cuernos. Según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de las cinco especies de rinoceronte que existen, el de Java, el de Sumatra y el negro se encuentran en “Peligro Crítico”; el de la India se considera “Vulnerable”, y el blanco “Casi Amenazado”.

Las dos especies africanas (el blanco y el negro) y el rinoceronte de Sumatra ostentan dos de estos impresionantes cuernos, mientras que sus parientes indios y javaneses llevan solo uno. Pero ¿qué hace que esta armadura natural sea tan valiosa?

¿De qué están hechos los cuernos del rinoceronte?

Los cuernos de rinoceronte, a menudo confundidos con “colmillos”, están compuestos por queratina, la misma sustancia que forma nuestras uñas y cabello. Sin embargo, en los rinocerontes, esta queratina se endurece de manera excepcional para desarrollar cuernos que crecen a lo largo de toda su vida, alcanzando longitudes hasta de más de un metro.

Incluso se piensa que un antepasado del rinoceronte podría haber desempeñado un papel fundamental en la creación del mito del unicornio dentro de la cultura euroasiática.

Pero sus cuernos no solo les confieren una defensa natural y hasta legendaria; también es la razón principal detrás de la caza furtiva de estos animales.

¿De qué están hechos los cuernos del rinoceronte?PaulFleet/iStock

Cuernos en demanda

Los cuernos de rinoceronte son considerados un símbolo de estatus en algunas culturas y se utilizan en la medicina tradicional asiática, a pesar de que no tienen propiedades medicinales demostradas científicamente. Esta demanda ha creado un mercado negro lucrativo que alienta la caza furtiva y amenaza la existencia de los rinocerontes.

El rinoceronte de Java, por ejemplo, sufrió una tragedia en la década de 1930, cuando ya había sido cazado hasta la extinción en India, Birmania, Malasia y Sumatra. Este drástico declive fue impulsado principalmente por la creencia en las supuestas propiedades medicinales de su cuerno y sangre.

Los cuernos de rinoceronte se venden a precios exorbitantes, a menudo superando el valor del oro, alcanzando valores de entre 60.000 y 80.000 dólares por kilo. Según la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, entre 2018 y 2021, al menos 2.707 rinocerontes fueron cazados de forma ilegal en África.

Salvados por un cuerno

En la última década, África ha sufrido la devastadora pérdida de más de 10.000 rinocerontes debido a la caza ilegal, lo que ha llevado a las especies blanco y negro aún más cerca de la extinción. Tan solo en Sudáfrica se perdieron 451 rinocerontes en 2021, a pesar de que en los últimos años ha habido una disminución en la cantidad anual de rinocerontes cazados (lo que en realidad podría reflejar una disminución de la población en lugar de una reducción de la caza furtiva).

En un esfuerzo desesperado por salvar a los rinocerontes de la caza furtiva, algunos conservacionistas recurren a un enfoque controvertido: el descorne. Esta práctica implica la remoción segura y controlada de los cuernos de rinoceronte para disuadir a los traficantes.

En la última década, África ha sufrido la devastadora pérdida de más de 10.000 rinocerontes debido a la caza ilegal.fishcat007/iStock

Descornar rinocerontes es una tarea delicada que requiere la supervisión de veterinarios y expertos en vida silvestre. Reservas privadas como Mala Mala se han convertido en puntos críticos para combatir la caza furtiva, al utilizar turismo de safaris para obtener ganancias que se reinvierten en proyectos de conservación natural como el descorne en la sabana del Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica.

Aunque esta pueda parecer una solución lógica, también ha generado debates y desafíos significativos. Algunos argumentan que eliminar los cuernos de rinoceronte no aborda la raíz del problema: su demanda en el mercado negro. Además, en muchos países donde la corrupción política es la norma, muchos de estos cuernos removidos han “desaparecido” de manera misteriosa.

Y aunque controvertidos, los proyectos de descorne son un recordatorio de la urgencia de proteger a estas especies antes de que desaparezcan.

Por Agencias