En lo profundo de la tupida selva del sureste mexicano se encuentra uno de los sitios arqueológicos más fascinantes del mundo mesoamericano: Palenque (ver figura 1). Este sitio prehispánico, rodeado de densa vegetación y varias fuentes de agua, fue el hogar de una cultura próspera y con mucha historia que alcanzó su apogeo durante el periodo Clásico de la civilización maya. Mucha de esta cultura se encuentra inscrita en sus monumentos, otra está enterrada en las distintas pirámides, mientras que el resto es un enigma que a los historiadores, antropólogos y arqueólogos les queda por resolver. Gracias al desciframiento de los glifos mayas podemos adentrarnos en la densa historia del sitio, dentro de la cual se destaca la figura del legendario K’inich Janab Pakal, cuyo gobierno dejó una marca en esta antigua ciudad.

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La historia de Palenque

Los nativos hablantes del Ch’ol comenzaron a decirle Palenque a los restos de las construcciones que ahora conocemos como sitio arqueológico, cuyo significado es “Sitio cercado o fortificado”. Retomando este vocablo, fray Pedro Lorenzo de la Nada fundó en 1567, unas décadas posteriores a la Conquista, la ciudad de Palenque ubicada muy cerca de este asentamiento prehispánico.

El nombre original del sitio arqueológico, en la época precolombina, era Lakamha (figura 2) que significa “Lugar de las grandes aguas”. Al estar situado estratégicamente en la región de Chiapas, Palenque floreció como un importante centro político, religioso y comercial a lo largo del Clásico maya, entre los siglos VI y IX d.C. Por otro lado, es oportuno destacar que la élite gobernante se autodenominaba como los Baak o “hueso”.

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Palenque, ciudad deslumbrante, oculta en la selva durante siglos. Alberga portentosos templos, palacios, plazas, tumbas, inscripciones jeroglíficas con la historia del lugar.Shutterstock

El “glifo emblema” se formaba por varios signos y refería principalmente a dinastías o lugares. Usualmente menciona que una persona es gobernante o “señor sagrado”.ASC

Gracias a la epigrafía maya podemos entender que los “palencanos”, así como sucedía en otros sitios mayas, decían tener un origen mítico. Los gobernantes iniciales de Palenque eran de naturaleza mítica. El primero de ellos es la deidad denominada G1 “el viejo”, quien estuvo en el poder en el año 3309 a.C. Otro de los dioses relevantes fue Muwaan Mat quien concibió, a la edad de 761 años, tres niños, que son la triada de deidades patronos de Palenque, los denominados G1, G2 y G3 (sus nombres aún no han sido descifrados). Es hasta el año 986 a.C. que tiene lugar la ascensión al trono del último gobernante mítico, Sangrador de la Serpiente.

En Palenque encontramos una amplia historia, no sólo del sitio en sí, sino también afuera del mismo, ya que estableció relaciones político-comerciales con Tikal, pero también de guerra contra Calakmul, Toniná y Piedras Negras. Los primeros vestigios de la ocupación del lugar se encuentran alrededor del año 100 a.C.

Del primer gobernante —hablando de los soberanos históricos, que se diferencian de los jefes nombrados en la mitología de este sitio maya— del que se tiene registro es K’uk’ B’alam I (“Quetzal Jaguar”), quien estuvo en el poder durante cuatro años, del 431 al 435 d. C. Actualmente se piensa que este rey fue el fundador de la dinastía de Palenque. A partir de ahí, se han encontrado datos de diferentes gobernantes, de los cuales existen pocos registros.

EN PALENQUE ENCONTRAMOS UNA AMPLIA HISTORIA NO SÓLO DEL SITIO EN SÍ, SINO DE FUERA DEL MISMO

Máscara antropomorfa de Pakal, formada por un mosaico de 349 fragmentos de piedra verde con ojos abiertos.Shutterstock

Es hasta la muerte del gobernante Kan B’alam I (583 d.C.) cuando se encuentran los momentos más turbulentos de esta ciudad. Al no dejar ningún hijo varón que le sucediera, asciende al poder Señora Yohl Ik’nal —a quien algunos investigadores consideran que era su hija— convirtiéndose así en la primera mujer dirigente del sitio. Durante su gobierno, Palenque sufrió una gran derrota acometida por la gran potencia de Calakmul, en el 599 d.C.

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A la muerte de Yohl Ik’nal, en el 604 d.C. Aj Ne’ Ohl Mat arriba al poder, pero no tiene mejor suerte que su antecesora —quien se cree que era su madre—, pues Calakmul volvió a asestar una segunda derrota, con saqueo en el año 611 d.C. Gracias al estudio de la epigrafía maya del lugar, se han encontrado textos que describen cierta angustia entre la élite palencana, donde se menciona que los gobernantes se encuentran “perdidos” y que ciertos rituales clave no fueron realizados.

Historia y arquitectura durante el gobierno de K’inich Janaab’ Pakal I

Cuando asciende al poder K’inich Janaab’ Pakal I —en el 615 d.C.—, Palenque se encontraba en pleno declive. Fue nombrado gobernante a los 12 años. En consecuencia, su mamá, Señora Sak K’uk’, tomó el poder, para que su pequeño hijo continuara formándose en los menesteres reales.

Pakal I fue quien mandó a construir varios de los más emblemáticos monumentos que hay en el sitio. Por ejemplo, tenemos el denominado “Palacio” (figura 3). El nombre que se le asignó era el de Sak Nuk Naah’ que significa Casa de Piel Blanca (varios arqueólogos e historiadores estadounidenses han bromeado nombrándola como “La Casa Blanca” en alusión al lugar donde vive el presidente de EUA). Ese lugar tuvo varias fases constructivas, y Pakal I mandó a adornarlo con imágenes y esculturas de prisioneros cautivos y humillados, donde se enaltecían sus logros militares como gobernante.

Durante su gobierno, tuvo una guerra constante con Calakmul. A partir de esto, afianzó una coalición con la distante Tikal para para abatir la hegomonía que ejercía Calkmul en la región. Esta alianza realizada continuamente esfuerzos para capturas personas importantes de sitios allegados a la gran urbe rival para  debilitarla y de esta manera afianzar su propio dominio. Por ello, hubo otras guerras con diferentes sitios, lo cual se sabe gracias a que en el palacio existen esculturas de gobernantes capturados en las que se indica su origen y rango, como Ayiin Chan Ahk (“Caimán Cielo Tortuga”) del sitio denominado Pipa’.

Figura 4. La Reina Roja o señora Tzak-bu AjawINAH

En el gobierno de Pakal I se construyó el Templo XIII, también conocido como de La Reina Roja (ver figura 4). En éste se encontró un sarcófago con el cuerpo de una mujer dentro. Se cree que ella era la esposa de Pakal I, aunque esa información no está confirmada. Parece que su nombre era Tz’ak-bu Ajaw, pero aún no se ha determinado del todo. Se le denomina como “La Reina Roja” debido a la alta cantidad de cinabrio rojo con el que se localizó el cuerpo de este sobresaliente personaje. Además, en su tumba contaba con una impresionante máscara mortuoria de jade y varias cuentas del mismo material, así como perlas, agujas de hueso y conchas que cubrían al cuerpo.

CALAKMUL FUE OTRA PODEROSA CIUDAD ESTADO MAYA ETERNA ENEMIGA DE PALENQUE

Al fallecimiento de Pakal I, en el año 683 d.C., el 68 de su gobierno, Palenque se encontraba en una fase esplendorosa debido a las múltiples victorias que obtuvo durante el control de este emblemático gobernante. Para ese año, se encontraba haciendo su mausoleo, el denominado “Templo de las Inscripciones”. Ese impresionante complejo arquitectónico fue terminado durante el gobierno de su hijo y sucesor K’inich Kan B’alam II.

La tumba de Pakal I, en el Templo de las Inscripciones, fue descubierta en 1949 por Alberto Ruz Lhuiller. Tardaron tres años en poder adentrarse hasta las profundidades de ésta. Ahí, pudieron descubrir una cámara abovedada con un gran sarcófago (figura 5). El nombre de la cámara mortuoria es la de K’uh K’aba Bolon Te Na, o “Divina Casa de los Nueve”, siendo el nueve un número relacionado con el Inframundo maya. En la tapa de ésta se puede apreciar a Pakal I renaciendo y siendo expulsado de las fauces del Inframundo. A la par, se encuentra el “Árbol Cósmico”, que es el axis mundo del cosmos maya. En las partes laterales del sarcófago, se observa a sus ancestros que brotan en forma de árboles frutales: aguacate, vainas de cacao, guayaba, nance y zapote. Esta forma de emerger es una metáfora de la resurrección y la vida después de la muerte. En tanto, dentro del sarcófago, el cuerpo estaba bañado por cinabrio rojo y adornado con varias cuentas de jade; mientras que su cara se encontraba cubierta por una máscara de mosaico de jade y su boca tenía un ornamento de pirita pintada de rojo.

Templo XIII o de la Reina Roja. Hoy se sabe que éste y el Templo XII fueron construidos sobre edificios anteriores y se utilizaron como tumbas de importantes gobernantes de PalenqueiStock

Hegemonía y declive de Palenque

K’inich Kan B’alam II es uno de los rostros más conocidos entre los gobernantes mayas, puesto que se encontró una escultura de él en estuco modelado, en buen estado de conservación, así como varias representaciones de su rostro en distintos edificios del lugar. Este soberano heredó el trono en el 684 d. C. II y tuvo la difícil tarea de terminar el mausoleo de su padre, Pakal I, así como de crear su propio legado arquitectónico. Kan B’alam II dio vida al denominado “Grupo de las Cruces” que cuenta con uno de los tableros más famosos en todo el mundo maya, el de la “Cruz Foliada”. Además, dicho grupo pretendió dar asiento a cada uno de los dioses patrones de Palenque.

Kan B’alam II atacó a una localidad de Toniná y se sabe por la desaparición del gobernante en turno de Toniná que la operación militar fue un éxito. El hijo de Pakal I murió en el año del 702 d.C., sin dejar aparente heredero varón, ya que quien tomó el mando fue su hermano, K’inich Joy Chitam II.

El hijo menor de Pakal I recibió la terrible venganza de Toniná, al ser tomado como prisionero en el año 711 d.C. Se desconoce si fue victimizado, tomado como vasallo o lo que haya pasado con él. Al no dejar herederos,subió al trono Ahkal Mo’ Naab’, quien no estaba vinculado del todo con el linaje de Pakal I.

Ahkal Mo’ Naab’ tuvo ciertos triunfos militares, pero nada de gran renombre. Durante su tiempo en el poder mandó a construir los templos 18, 18a y 21. A su muerte, los siguientes gobernantes no cuentan con una notoria relevancia al no tener gran evidencia constructiva o glífica que indique sus andanzas. El último gobernante palencano conocido es Janaab’ Pakal III, quien ascendió en el 799 d. C.

Un registro conocido sobre Palenque se encontró en un ladrillo de arcilla del sitio de Comalcalco. Por lo que sabemos, fue a principios del siglo IX que comenzó su declive dinástico, político y militar. Fue reocupada por distintos invasores, pero el sitio fue poco a poco devorado por la selva, hasta finales del siglo XVIII, cuando los españoles comenzaron a indagar sobre su pasado.

Sobre el cinabrio rojo podemos mencionar que era una costumbre funeraria extendida en toda Mesoamérica. El rojo se le asociaba al este, rumbo considerado como la región en que cada día el Sol volvía a nacer y, por lo tanto, el renacimiento. Esto explica la presencia del mineral rojo en las tumbas.

Lápida también conocida como del Astronauta. Se trata de K’inich Janaab’ Pakal, e ilustra la naturaleza omnipresente del rey y los sucesos que tienen lugar cuando éste muere.INAH

EL ROJO SE ASOCIABA AL ESTE Y AL PUNTO DONDE RENACÍA EL SOL, POR LO QUE SE LE DIO UN USO FUNERARIO

El viaje al inframundo entre los mayas

Se sabe, gracias a la epigrafía, que los muertos —al menos los dignatarios como Pakal I— “entraban al camino”, que era la fórmula usada para indicar que habían fallecido. Ahí, Chaak era el guía, el primer caminante que hallaba al muerto. Este dios reconocía al dignatario fallecido y lo guiaba en su inmersión en las aguas del Inframundo para que fuera recibido en ese lugar. El viaje se hacía a pie o a cayuco. De la primera manera, se iba por el camino del bruñido del jaguar precioso, mediante los denominados sakbe o “caminos blancos”. De la segunda, iban remeros en un cayuco que se sumergía en las aguas para llegar a las puertas del Inframundo maya.

Por otro lado, la máscara funeraria era una de las costumbres más difundidas en Mesoamérica y se usaba para caracterizar a los personajes muertos y otorgarles un rostro eterno.

Talla en relieve de bajorrelieve maya en la lápida del rey de Regla maya con bastón de poder, uno de los atributos característicos de los dirigentes.Shutterstock

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Por Agencias