Se llama atelofobia y el personaje que encarna la actriz Margot Robbie lo retrata a la perfección

Quizá no sepas a qué nos estamos refiriendo con síndrome que padece Barbie o atelofobia. Pero si te sugerimos averiguar cuáles son las claves para superar el miedo a ser imperfecta seguro que entonces sí sepas de qué hablamos. 

La atelofobia, nos explica la psicóloga Mar Araujo, de Mundopsicologos.com, es mucho más que estar preocupado por lo que los demás piensan de nosotros. Es ser incapaz de hacer algo sin tener en cuenta antes el qué dirán. Por supuesto, este tipo de fobia, deseo, necesidad o síndrome condiciona nuestras actuaciones, ya que no nos deja ser nosotros mismos, sino que nos comportamos en función de lo que se puede esperar o con el deseo de agradar siempre. Así retratan, de hecho, a la Barbie protagonizada por la actriz Margot Robbie en la película de Greta Gerwig. 

Causas de la atelofobia

La etiología de la atelofobia puede ser muy diversa:

  • Rasgo asociado a la personalidad perfeccionista llevado al extremo
  • Vivencia de experiencias traumáticas relacionadas con la imperfección, que lleven al sujeto a la necesidad de no cometer errores para no volver a sufrir por ello
  • Rigidez y exigencia excesiva por parte de sus padres o referentes, que le hicieron adoptar la creencia de “deber de” ser perfecto y así evitar decepción o juicios.
  • Falta de confianza y seguridad en uno mismo, incluso puede haber cierto rechazo hacia la propia persona, por lo que viven intentando buscar la versión más perfecta, para no aceptar ciertos rasgos imperfectos o debilidades propias.

¿Cómo saber si se sufre atelofobia o el síndrome de Barbie?

Es habitual que la persona con atelofobia sienta una ansiedad considerada, generada por el miedo a la imperfección y por la inflexibilidad para aceptar las imperfecciones propias o de otros. Además, intentará evitar situaciones que sepa que le generan malestar debido a la imperfección (subjetiva) que percibe el sujeto. Sienten inseguridad y falta de confianza en sí mismas y en sus propias tareas, por lo que necesitan ser hiperproductivas, para contrarrestar la autoimagen de insuficiencia.

Suelen obsesionarse y dedicar mucho tiempo a ciertas tareas con el fin de que queden lo más perfectas posibles, lo que termina por causar más presión, angustia y agotamiento. «Al tratarse de una fobia, esta suele cursar con miedo intenso y mucha ansiedad, por lo que los síntomas, también aparecen en el plano fisiológico: sudoraciones, tensión muscular, rigidez corporal, boca seca, temblores, náuseas o fatigas», afirma Mar Arujo.

Por Agencias