Uno de los mitos más difundidos entre las culturas prehispánicas es el de los Cinco Soles, podemos encontrar mención de él en documentos como el Códex Borgia, el Códex Chimalpopoca o en monolitos como la Piedra del Sol (exhibida en el Museo Nacional de antropología en la Ciudad de México), muchas veces llamada de manera errónea como Calendario Azteca. De cualquier modo, en él se relata la historia de la creación del universo a partir de otros tiempos anteriores al nuestro, cada uno de ellos gobernado por un Sol.

Los mitos de las culturas prehispánicas de México revelan una rica cosmovisión y comprensión del mundo natural y espiritual.Shutterstock

Los cinco soles

El mito cuenta que en un principio no había, ni existía nada. Fue entonces que los dioses se reunieron alrededor de una fogata y determinaron crear el mundo, ahí vivirían los hombres, quienes se encargarían de adorarlos y hacerles ofrendas para mantenerlos satisfechos. Este primer ser humano era muy grande, medía más de 7 metros y sus movimientos eran lentos y pesados, sin embargo, con la poca habilidad que tenían, era muy común que chocaran entre ellos y que cayeran al piso, y ante la dificultad que tenían para volver a levantarse morían en ese mismo lugar. Junto con estos primeros seres humanos los dioses también crearon a Ocelotonatiuh, el primer Sol de Tierra.

Estos seres habitaron la tierra por alrededor de 700 años, hasta que los dioses discutieron y decidieron acabar con ellos al no ser seres dignos frente a sus ojos, pues además de que no eran listos ni ágiles, los consideraban inútiles. Para terminar con ellos, Quetzalcóatl destruyó el Sol de Tierra, y en el momento justo cuando los pedazos del Sol cayeron, provocaron un sinfín de terremotos, se abrieron grietas, y se formaron cientos de montañas. Los únicos sobrevivientes fueron quienes pudieron convertirse en algún tipo de planta. Ahora que todo se había destruido, los dioses volvieron a reunirse para decidir lo que harían, entonces se determinó nuevamente crear al Sol, pero esta vez de viento, llamado Ehecatonatiuh. Los nuevos seres humanos eran más pequeños y ágiles, y en esta nueva tierra las cosechas podían crecer en abundancia, no obstante, después de otros 700 años, los dioses volvieron a considerar que estos seres no eran dignos de seguir existiendo. De esta manera, el Sol de Viento fue destruido y con ello se generaron fuertes aires que hicieron volar las cosas por todos lados, los seres humanos tenían que caminar encorvados para evitar ser llevados por el viento, y quienes sobrevivieron, fueron los que pudieron convertirse en monos.

Una nueva reunión de los dioses tuvo lugar después de que se calmaron los aires. Esta vez decidieron que el nuevo Sol sería de Agua, al cual llamaron Atonatiuh. Con las nuevas lluvias regresó la vida a la tierra, las plantas crecieron nuevamente y comenzaron a abundar ríos, lagos y mares, sin embargo, los dioses no podían llegar a un acuerdo y volvieron a pelear entre ellos. Cuando destruyeron al Sol, los pedazos que cayeron generaron un gran diluvio con muchas tormentas, las cuales no pararon ni de día ni de noche, todo se cubrió de agua y solo sobrevivieron los seres humanos que se convirtieron en peces. Después de que los dioses se calmaron y su enojo pasó, volvieron a organizarse, esta vez para crear un nuevo Sol hecho de Lluvia llamado Quiauhtonatiuh, sin embargo, en algún momento, volvieron a discutir sin ponerse de acuerdo, pues algunos dioses seguían pensando que los seres humanos no eran dignos de vivir en la tierra. Entonces Quetzalcóatl le pidió a Xiuhtecuhtli, dios del fuego, que destruyera la tierra, así surgieron enormes volcanes que arrojaron mucho fuego y lava que quemó todo a su paso, y solamente sobrevivieron quienes pudieron convertirse en aves.

Piedra del Sol, en el centro se encuentra el quinto sol, rodeado de los cuatro soles anteriores.ASC

El último hueso

Mucho tiempo después los dioses volvieron a intentar crear un nuevo ser humano, aunque desafortunadamente ya no tenían huesos para poder hacerlo. En ese momento, uno de los dioses recordó que Mictlantecuhtli, dios del inframundo, aún tenía un hueso, así que fue a verlo al Mictlan. Cuando Quetzalcóatl le pidió el hueso a Mictlantecuhtli, este no quiso entregarlo, así que forcejearon hasta que el hueso se rompió, después de un tiempo decidieron que cada quien conservaría una parte, de esta manera Quetzalcoatl regresó con los otros dioses y crearon al ser humano tal cual fue definitivamente.

Este mito se ha mantenido dentro de muchas comunidades indígenas de México, aunque adaptándose a los nuevos contextos y presentando algunas variaciones a través de los siglos, sin embargo esta es la base mediante la que muchas culturas han explicado el origen de diversas creencias, como la adoración de distintos dioses de piedra o barro denominados los xantiles, y que son figuras arqueológicas de origen prehispánico que han sido encontrados en estados como en Puebla y Oaxaca, y a los que se ha considerado como deidades o como contenedores de ellas. Dentro de ciertos pueblos indígenas se entiende todavía hoy que los xantiles son seres que provienen de tiempos pasados, estos, de acuerdo a la variante regional, y al ser destruido el Sol de su época, quedaron petrificados, convirtiéndose en figuras de barro o piedra.

Ofrenda de alimentos a los ídolos de piedra (quiauteumeh), en una petición de lluvia en la Región Montaña del estado de Guerrero, mayo de 2023.ASC

Rituales y espacios sagrados

Para otros pueblos de tradición indígena, su narrativa explica que los habitantes de las épocas anteriores también pudieron sobrevivir refugiándose en cuevas, montañas, ríos y lagos, como por ejemplo en el estado de Veracruz, donde estos seres son conocidos como chaneques y por este motivo, estos lugares son considerados sagrados. Estos diversos espacios naturales, al ser el lugar donde habitan dichos entes, son los lugares predilectos para realizar prácticas comunitarias las cuales buscan mantener algún tipo de comunicación con ellos, como es el caso de los rituales de petición de lluvia. Es en estos entornos naturales donde se les pide agua para las cosechas de la temporada. También, existen rituales de cacería que, aunque muy escasos, aún se siguen realizando en algunas comunidades indígenas, y son en estos rituales, que se les pide permiso a las entidades para cazar y estar en su territorio, puesto que ellos son los dueños de todo lo que se encuentra en él.

Para otras comunidades la presencia de fósiles como son los amonites, los trilobites, o restos arqueológicos diversos, también explica la presencia en épocas pasadas de seres distintos a los que conocemos, por ello, los fósiles también pueden ser considerados como elementos sagrados, precisamente por haber vivido o al haber sido fabricados en otros tiempos. Existen también ejemplos de plantas y flores que poseen formas peculiares, asemejando animales, o formas humanoides, esto para algunas culturas puede entenderse como un ejemplo de los habitantes de otros tiempos que se transformaron o sobrevivieron por medio de estas formas. De igual manera, muchas construcciones prehispánicas, cuyo origen se desconoce, son entendidas anímicas como por ejemplo las construcciones que fueron realizadas por gigantes, sin embargo, después de tantos eventos caóticos y destructivos, solo sobrevivieron las edificaciones, por ello, no se han encontrado los restos de los gigantes que las construyeron.

Para diversas comunidades de la región Huasteca, por ejemplo, las llamadas antiguas también son seres de otros tiempos que son veneradas hasta el día de hoy, y los especialistas rituales quienes pueden comunicarse con ellas, entienden su lenguaje, por este motivo pueden conocer lo que quieren que se les ofrende, en qué cantidades, yen qué momentos. Estas entidades que son adoradas en las diversas formas pétreas que presentan, al haber estado en una o más épocas pasadas, poseen un mayor conocimiento, por este motivo también son utilizadas para cuestiones de curación dentro de las distintas prácticas de la medicina tradicional mexicana. Para ello, son elaborados complejos rituales en que se busca la recuperación de la salud del paciente con la intermediación del especialista y donde el papel principal recae en estas entidades.

Ídolos prehispánicos del museo comunitario de Tlapa de Comonfort que se siguen venerando en las vitrinas.ASC

Cultos ancestrales que perviven

Si bien es erróneo hablar de una continuidad sin incorporaciones de diversos elementos desde la época prehispánica hasta la actualidad, los habitantes de los pueblos indígenas de México aún conservan cultos y devociones muy complejas sobre la naturaleza y hacia las distintas entidades que la habitan. Todas ellas representadas a partir de una gran cantidad de ídolos de piedra o barro que refieren gran parte del pensamiento y de la cosmovisión que se tenía en la época prehispánica. Durante varios siglos se han juzgado de distintas maneras tanto las costumbres, como prácticas rituales de las culturas mesoamericanas, sin embargo, con el análisis y la comprensión de estos conceptos, pueden llegar a entenderse este tipo de cultos ya mezclados con otro tipo de tradiciones religiosas. 

Por Agencias