Cuando estás en una embarcación “cazando” ballenas hay una sensación de expectación que es difícil quitarte. El capitán dice que se acercará lo más posible, pero hay que ser precavidos de no hacerlo demasiado, ya que lo peor puede pasar, durante un salto la ballena les puede caer encima.

Esta distancia segura permitirá contemplar a los cetáceos asomando la cabeza para respirar – haciendo de fuentes -, mientras están en sus rituales de cortejo o cuidando a sus bebés, cuando sacan sus aletas o colas – lo que permitirá una correcta fotoidentificación – y, con mucha suerte, verlas saltar fuera del agua.

¿Saltando de felicidad?

Durante la temporada de avistamiento de ballenas este probablemente sea el comportamiento que más desean ver muchos turistas, ya que es un espectáculo visual impresionante.

Conocido como breaching, las ballenas toman impulso desde las profundidades, salen del agua cual misil, se elevan unos metros mientras giran su cuerpo y caen con un inigualable splash.

Presenciar este comportamiento es hermoso, pero verlo muy cerca hace que tu vida pase frente a tus ojos.Silvana Palacios /Pexels

Este comportamiento ha intrigado a los científicos ya que, el dar un salto tan grande para un animal tan pesado requiere de un gran esfuerzo, es decir, tiene un alto requerimiento energético. Es peor si consideramos que estos saltos se dan más frecuentemente durante la temporada de migración y de apareamiento, es decir, cuando se alimentan menos.

Existen diversas hipótesis sobre por qué las ballenas saltan, algunas tienen respaldo en estudios científicos, y otras, aunque plausibles, necesitan más análisis para poder comprobarse. Lo que queda claro es que si bien el juego puede ser una explicación, tan solo sería uno de muchos motivos.

Un mensaje a la lejanía

Las ballenas tienen una organización bien establecida y bastante compleja, no solo entre familiares, sino entre miembros de grupos cercanos y poblaciones enteras. Sabemos que se comunican por medio de chasquidos y cantos, y se ha comprobado que entre estos diferentes grupos tienen lo que podríamos considerar “acentos”.

Un ambicioso estudio científico lleva años desarrollando y entrenando una inteligencia artificial que permita a los humanos entender estos chasquidos y cantos, con la esperanza de en algún momento poder enviar un mensaje a estos hermosos animales. Aunque ojalá no les digamos alguna grosería u ofensa.

Imagina ofender a uno de estos enormes animales.aurore murguet /Pexels

Pero, aunque este hito de comunicación interespecífica se lograra, nos faltaría un elemento muy importante en su lenguaje, los saltos y los golpeteos. Así es, los científicos creen que el breaching y los golpes realizados con aletas y la cola son una parte de su lenguaje.

Diversos estudios han comprobado que la frecuencia con la que diferentes especies de cetáceos saltan fuera del agua – que varía en cada especie -, está muy ligada a la comunicación entre el grupo y las distancias y obstáculos entre ellas.

Mientras más cerca están, estos golpes son menos frecuentes, sin embargo, cuando los individuos comienzan a alejarse – ya sea por curiosidad, una amenaza, etc. – lo primero que hacen es golpear con aletas y cola en lo que parece ser un aviso de dónde se encuentran.

Cuando la distancia es más considerable entonces es que recurren al breaching. El sonido provocado por este impacto de toneladas de peso con el agua crea un fuerte sonido que puede ser escuchado más lejos que los chasquidos, cantos o golpes.

Además, cuando hay más sonido ambiental – como un fuerte oleaje o de embarcaciones – también se incrementa la frecuencia de los saltos, en un intento de sobresalir del ruido, tal cual si fuera un grito.

Otras hipótesis del salto

Si bien este comportamiento se da especialmente durante las migraciones, también es recurrente en los sitios de apareamiento. En este sentido hay dos hipótesis que lo explicarían, una que de esta forma los machos se muestran ante las hembras y le demuestran lo sanos y fuertes que son. Además para mantener vigilado su entorno ante amenazas, ya sea depredadores, competidores o nuestras embarcaciones.

Un coletazo o un salto cerca de una embarcación da un mensaje muy claro sin hablar cetáceo.Andre Estevez /Pexels

Una hipótesis más indica que el golpe del cuerpo al entrar al agua también sería útil para mantener la salud e higiene de los individuos al eliminar parásitos del cuerpo, siendo los más comunes los percebes.

Como podemos darnos cuenta, un comportamiento tan curioso y maravilloso tiene una complejidad mucho más grande de lo que podemos dar crédito a simple vista. Y si se trata de observarlo en vivo, hay que tener muy presente que estos titanes de los océanos tienen la suficiente fuerza como para levantar su cuerpo de toneladas de kilogramos desde el agua, por lo que es mejor ser precavidos y tenerles respeto.

Referencias:

Por Agencias