Jurassic Park nos enseñó – con varios errores – que la clonación es una opción para regresar a distintas especies del panteón de la extinción. Y aunque podríamos decir que esto todavía es ciencia ficción – al menos como se plantea en la película -, con un método distinto un grupo de investigadores está intentando que los aurochs, el bovino ancestral del cual descienden los bovinos domesticados, vuelva a pastar en los campos europeos.

La historia de su extinción

Los aurochs se consideran extintos desde 1627, cuando el último individuo del que se tenía conocimiento falleció en el bosque de Jaktorów, en Polonia.

Tristemente, esta no es una historia como la de otras especies consideradas extintas, en las que una población se encontró décadas o siglos después y con ella se pudieron recuperar sus números gracias a programas de reproducción – como el caso del takahe -.

No, los aurochs siguen tan extintos como hace casi 400 años.

Estos imponentes animales de hasta 1.8 metros de altura poblaron Europa, parte de Asia y el norte de África, conviviendo con nuestros ancestros desde la prehistoria.Wikimedia Commons /By EU – Own work, Public Domain

Así como pasa hoy en día, los humanos fueron responsables de su extinción, tanto por la destrucción de su hábitat como por la caza excesiva. Vivían en zonas boscosas, praderas y pantanos a lo largo de Europa, pero para el siglo XIII solo se les podía encontrar en Polonia, Lituania y algunas partes de lo que hoy son Bulgaria y Rumania.

Importantes para el ecosistema

Cuando los depredadores pretendían atacarlos, los aurochs macho se defendían formando un semicírculo, mostrando sus grandes cornamentas. Ante esta muralla de cuernos los depredadores pensaban dos veces antes de atacar a hembras y crías que se ocultaban detrás de los machos.

Pero los aurochs no solo protegían a los suyos, otros animales – como caballos – aprovechaban esta férrea formación para también salvaguardarse. Esta estrategia de supervivencia se perdió junto con ellos.

Este fue tan solo uno de sus roles, ya que, así como los bisontes y otros animales de pastoreo, su alimentación, desplazamiento y ciertos comportamientos contribuyen a la salud del ecosistema. Así como lo explica Ronald Goderie, ecólogo de Países Bajos, estos herbívoros no solo representan alimento para los depredadores, también crean microhábitats que contribuyen a la diversidad de plantas e invertebrados.

Sus heces son una fuente de nutrientes para plantas, escarabajos y moscas; estos a su vez se convierten en alimento de otros animales, como murciélagos o aves; y su andar y competencia contribuyen a que las plantas puedan crecer en más lugares.

La presencia de machos competidores es de gran importancia para el ecosistema, pero en la ganadería muchas veces se les sacrifica.Rini Kools /iStock

Su propio peso y el pastoreo regulan el crecimiento de especies vegetales, pero los machos también ayudan creando “pozos de toros” en el suelo. Preparándose para competir contra otros machos, los bovinos golpean el suelo con su cabeza, creando pozos que son aprovechados por insectos y especies de plantas para colonizarlos.

Regresando de la extinción

Como mencionamos previamente, se considera que los aurochs (Bos primigenius) son el ancestro de los bovinos domésticos que tenemos hoy en día. Es decir, gracias a la reproducción selectiva, los humanos fueron generando una gran diversidad de animales que utilizamos hoy día con diferentes propósitos.

Es por medio de la reproducción de ciertas variedades de ganado que el equipo de Ronald Goderie plantea traer de la extinción a los aurochs, o de forma más correcta, conseguir una variedad que cumpla el mismo rol.

Entre los bovinos actuales, ninguno cumple en su totalidad el papel de los aurochs.Frank Fichtmüller /iStock

La domesticación y la modificación que hacemos sobre animales y plantas se consigue apareando selectivamente a animales con ciertas características deseables, como tamaño o musculatura en animales, o color, sabor o forma en el caso de plantas, entre muchas otras cualidades.

Si estas se heredan entonces estas reproducciones selectivas se mantienen, de esta forma hemos obtenido razas de perros, maíces con diferentes tamaños de grano, plátanos sin semillas, etc. Pero en esta selección a veces se presentan variedades que se asemejan más a la especie silvestre.

En el caso de los bovinos, existen seis razas – en España, Portugal e Italia – que fueron del interés de los expertos liderados por Goderie, y con las cuales, por medio de reproducción selectiva, se han intentado engendrar una variedad cuya apariencia, comportamiento y genética sea lo más semejante a los aurochs posible.

De esta forma obtuvieron animales a los cuales han llamado “tauros”, aunque también son llamados aurochs por otros grupos.

Puedes ver este video: Tauros release La Maleza | Natural grazing in Albarracín Mountains, Spain | April 2021

El Programa Tauros ha conseguido llevar poblaciones de tauros a seis diferentes países, España, Portugal, Croacia, República Checa, Rumania y Países Bajos; y se está trabajando para poder llevar una población a Reino Unido, más específicamente a Escocia, donde se tiene evidencia que los aurochs poblaron.

En 2022, se obtuvo evidencia en video – de una población en Croacia – en la que una pequeña manada de tauros estaba protegiendo no solo a sus crías y a las hembras, sino también a un grupo de caballos salvajes, del ataque de una manada de lobos, tomando el mismo rol que sus ancestros hace unos cuantos siglos.

Dentro de los objetivos del programa está poco a poco dejar a estas poblaciones sin ningún tipo de control por parte de los humanos, y que sea la naturaleza quien siga con este interesante experimento para “recuperar” una especie extinta.

Referencias:

  • James Fair. 2024. Prehistoric aurochs are back from extinction and spreading across Europe. And they could be heading to the UK. BBC Discover Wildlife. Consultado el 14 de enero de 2024

Por Agencias