Es curioso pensar cómo el Tyrannosaurus rex, o comúnmente llamado Tiranosaurio rex, es tal vez la especie de dinosaurio más conocida del mundo y a la vez una que aún tiene muchos secretos ocultos.

Sabemos, por ejemplo, su tamaño, dieta, cómo eran de jóvenes, sus tasas de crecimiento aproximadas, dónde vivieron, o que gracias a su tamaño y peso, no habrían sido buenos corredores, ya que sus articulaciones no habrían podido soportar tal carga. Pero cómo llegaron a dichos lugares, cómo fue su camino evolutivo o su pariente más cercano son aspectos que en general siguen siendo un misterio.

Afortunadamente, el análisis a detalle de un fósil de tiranosaurio en Nuevo México ha contribuido con algunas piezas clave en este rompecabezas paleontológico.

Un nuevo Tiranosaurio

Tyrannosaurus mcraeensis es una nueva especie en el género Tyrannosaurus; previamente su único integrante era T. rex. Y es que, aunque suene sorpresivo, los parientes más cercanos al llamado rey de los dinosaurios pertenecen a géneros distintos, estos son Tarbosaurus y Zhuchengtyrannus, quienes en su conjunto forman la familia Tyrannosauridae – o tiranosáuridos -, subfamilia Tyrannosaurini.

El nuevo integrante de Tyrannosaurus aporta muchas pistas sobre la evolución del gigantismo.Sergei Krasinski

El descubrimiento de T. mcraeensis cobra una gran relevancia, ya que podría ser el ancestro común entre Tyrannosaurus y Tarbosaurus, esto debido a que el fósil descrito en la revista Scientific Reports cuenta con características de ambos.

Se estima que este dinosaurio vivió hace 73 a 71 millones de años, es decir, una diferencia de 5 millones de años antes que T. rex. Considerando esto, son los parientes más cercanos del titan no solo en cuanto a taxonomía – perteneciendo al mismo género – sino también cronológicamente hablando.

Primero pensaron que era un T. rex

Uno de los grandes méritos de los científicos a cargo de este descubrimiento es no haberse quedado conformes con su primera intuición. Cuando encontraron los fragmentos del cráneo de T. mcraeensis en Nuevo México, Estados Unidos, originalmente pensaron que se trataban de los restos de un T. rex.

Sin embargo, al estudiarlo se dieron cuenta de ciertas diferencias en la forma y uniones entre los huesos del cráneo lo que podría indicar que se trataba de una nueva especie.

La competencia entre presa y depredador pudo jugar un papel importante en su evolución.JoeLena /iStock

Tanto estas características diferenciales como la temporalidad del fósil son las principales aportaciones al misterio de los tiranosaurios, ya que al tener características propias de ambos géneros –Tarbosaurus y Tyrannosaurus – la posibilidad de ser un eslabón en el camino evolutivo de estos dinosaurios es muy grande.

La ubicación geográfica también es de suma relevancia; el pariente más próximo, evolutivamente hablando, de los tiranosaurios se había encontrado en Mongolia; a miles de kilómetros de Norteamérica, donde vivieron los T. rex y los T. mcraeensis.

Crecer para comer

Los integrantes del género Tyrannosaurus difieren de sus parientes más cercanos por sus asombrosas tasas de crecimiento, algo que se explicaría por las presiones de selección ejercidas por su comida, es decir, especies de ceratópsidos – los dinosaurios con cuernos -, hadrosaurios – también llamados “picos de pato” – y saurópodos – o cuellos largo -.

Estos titanes evolucionaron en la región sur de la isla continente Laramidia, una enorme franja de tierra que abarcó lo que hoy sería desde Alaska, el oeste de Estados Unidos y México.

Es por ello que estos territorios son tan ricos en fósiles de estos titanes.Map by Ron Blakey /Scientific Reports

A diferencia de sus parientes lejanos, cuyo tamaño y peso aumentaba entre media a una tonelada entre los 10 y 20 años, los Tyrannosaurus podían incrementar hasta 5 toneladas en una década.

El tamaño que alcanzaban sus presas favoreció que los Tyrannosaurus más grandes tuvieran éxito, no solo en la caza, sino también en la reproducción, porque estos serían los individuos más sanos, fuertes y deseables a la hora de competir por pareja.

Un nuevo aporte a la evolución de los dinosaurios

Gracias a este descubrimiento los investigadores plantean la posibilidad de que la evolución de dinosaurios herbívoros gigantes haya sido favorecida en el sur de Laramidia, si bien el por qué ocurrió esto sigue siendo un misterio.

Ante este incremento de tamaño, la selección natural llevó a dos rutas a los depredadores, en una de ellas algunos emigraron hacia el norte donde las presas eran más “pequeñas” y sus tallas eran suficientes para poder cazar y alimentarse.

Por otra parte, como lo explicamos anteriormente, los individuos que tuvieron la suerte genética de poder crecer más, vieron favorecidas estas características al dejar más descendencia, permitiéndoles quedarse y seguir incrementando su tamaño.

La carrera armamentista entre presas y depredadores favoreció el tamaño de ambos.Dalman, S.G. et al. 2023 /Scientific Reports

La selección natural llevó a que los paisajes de América del Norte estuvieran llenos de dinosaurios descomunales, que no por nada son los más populares en el imaginario colectivo.

Este descubrimiento no solo ha permitido conocer un poco más sobre la historia de los tiranosáuridos, sino de la historia de la vida en nuestro planeta hace millones de años.

Referencias:

Por Agencias