Esta es Peñasquito, la mina de oro más grande de México

La mina de oro más grande de México es producto de su extensa y diversa geología. Gracias a la abundancia de metales preciosos y minerales en sus subsuelos, México es un protagonista indiscutible en la escena mundial de la minería.

Según el informe anual de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), el país es uno de los principales productores de oro en el mundo; representa 3.4% de la producción internacional (7.08 kilogramos al mes), que en 2022 sumó una extracción cercana a las 116.6 millones de onzas del preciado metal.

Esto sitúa a México en el noveno lugar global en la producción de oro, con el estado de Zacatecas como el mayor extractor (28.8% del total). En particular, el municipio de Mazapil desempeña un papel crucial debido a las contribuciones de minas como Peñasquito. La mina, cuya operación inició en 2010 a cargo de Newmont Mining Corporation, es uno de los mayores explotadores de oro en el planeta.

La minería es crucial para impulsar la economía en el mundo, también plantea desafíos ambientales como la alteración del suelo, la generación de desechos mineros y la emisión de partículas dañinas.iStock.

El oro y los metales que produce la mina más grande de México

Con 7.1 millones de onzas troy (220 toneladas) de reservas de oro en 2020, en 7,961 hectáreas, Peñasquito es la mina de oro más grande de México y una de las mayores del mundo. Proyectada para tener una vida total de 20 años, esta colosal mina a cielo abierto produjo cerca de 566,000 onzas de oro en 2022.

En cuanto a la plata, Peñasquito es la quinta mina más grande del mundo y la segunda más grande de México; logró producir 13,952,600 onzas en su primer año y se estima que sus reservas de plata son de 1,000 millones de onzas. Además, tiene cerca de 3,200 toneladas de plomo y 7.1 millones de toneladas de zinc.

Zacatecas, la mina de oro de México

Como la principal mina de oro en México, Peñasquito desempeña un papel fundamental en la producción global de este metal; esto satisface la demanda en diversas industrias como la joyería fina, la fabricación de circuitos integrados y el contacto eléctrico, entre otras aplicaciones.

Aunado a contribuciones de otras minas como Tayahua y Camino Rojo, Zacatecas superó a Sonora en la producción de oro durante 2022. Esto, a pesar de que Sonora se posicionó en segundo lugar con una participación de 25.7% y aumentó 6.2% el volumen producido; además, el estado abrió nuevas plantas de procesamiento como SilverCrest Metals, en la mina Las Chispas, y La Yaqui Grande, de Alamos Gold.

Con minas como Peñasquito, Zacatecas representa una parte fundamental de la industria minera, contribuyendo no solo a la economía local sino también a la producción mundial de oro.iStock.

Mineros en huelga

En 2017, la mina experimentó una interrupción de sus operaciones por un conflicto laboral. Newmont anunció una suspensión de las extracciones debido a un bloqueo realizado por conductores de camiones; protestaban por la pérdida de contratos, la limitación de reparto de utilidades y un aumento salarial en el yacimiento de oro más grande del país.

Los empleados entraron en una huelga convocada por el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana. Bajo el liderazgo del senador Napoleón Gómez Urrutia, la mina de oro más grande de México volvió a operar; sin embargo, los 120 días de inactividad en Peñasquito dejaron pérdidas de unos 250 millones de dólares.

En 2022, la mina aportó unos 1,900 millones de dólares al país; de ellos, 643 millones correspondieron a salarios, prestaciones y pagos de derechos a los gobiernos locales y federales. Hoy, Peñasquito es el principal empleador en Zacatecas, al generar alrededor de 2,800 empleos directos y 5,000 indirectos.

El otro rostro del oro

Los métodos de extracción de oro en Peñasquito implican la remoción de grandes volúmenes de roca para acceder a los abundantes minerales del subsuelo zacatecano. Pero, a pesar de operar bajo estándares internacionales de protección ambiental, la minería a cielo abierto implica consecuencias medioambientales; entre ellas, la alteración del paisaje, que perjudica la biodiversidad local y transforma la topografía de manera irreversible.

Además, la minería a cielo abierto puede dar lugar a la generación de desechos mineros que a menudo contienen sustancias químicas y metales pesados. También existe el riesgo de fugas o derrames que podrían contaminar las fuentes de agua cercanas; esto afectaría a los ecosistemas acuáticos y las comunidades locales que dependen de ellas.

Por Agencias