Llegada la época navideña muchas cosas comienzan a pasar por nuestras cabezas, a quién le vamos a dar regalos navideños, a qué fiestas iremos, si tenemos que comprar adornos porque algunos se rompieron, en fin. Y entre los adornos rotos muchas veces están los del nacimiento, una parte fundamental de la Navidad en México. Pero un elemento que mucha gente considera esencial para esta tradición, el musgo, sería mejor que se quedara en su medio ambiente de origen y que jamás llegara a nuestro hogar.

Conquistadores de la tierra

Los musgos son plantas muy antiguas y el consenso científico apunta a que fueron de las primeras en ocupar el ambiente terrestre hace millones de años. Preceden a las plantas vasculares – aquellas que tienen sistemas especializados de transporte de agua, minerales y nutrientes -, y aunque sus adaptaciones a la vida terrestre son simples en comparación a las vasculares, son tan efectivas como para estar en una gran variedad de ambientes.

Estas pequeñas plantas pueden crecer en muchos lugares, incluídas otras plantas.JLGutierrez /iStock

Generalmente son plantas pequeñas que van desde unos cuantos milímetros hasta los 20-30 cm, una de las razones por las cuales son preferidas para decorar el nacimiento. Pueden vivir en el suelo, en rocas, o como epífitas – es decir que su “sustrato” son otras plantas -, se les puede encontrar desde las altas montañas hasta el nivel del mar, en selvas húmedas, zonas áridas y todo lo que hay entre ambos extremos.

Una parte fundamental de su ecosistema

El agua es clave para la supervivencia de los musgos en cualquier ecosistema, y siempre habitan los microclimas más húmedos de estos. El agua es de suma importancia para su reproducción, ya que las células reproductoras masculinas necesitan estar en un ambiente acuoso para poder llegar a las células femeninas.

Para asegurarse de poder hacerlo cuentan con una característica que a su vez es relevante para el ecosistema, retener agua. Esto no solo beneficia al ciclo del agua de donde estén, sino a cientos de especies de plantas, animales, hongos y bacterias que necesitan de esta acción de los musgos para tener un acceso más fácil al vital líquido.

Existen alrededor de 20,000 especies de musgo en todo el mundo de muchas formas y tamaños.Antagain /iStock

Al ser plantas pequeñas, con un crecimiento lento – milímetros o unos cuantos centímetros por año -, su extracción, en cualquier momento del año, puede tener un grave impacto en el ecosistema en general, que pierde a estas pequeñas “esponjas” que en muchas ocasiones también actúan como semilleros de muchas plantas.

Aguantadores, pero no a la Navidad

Los musgos cuentan con mecanismos fisiológicos que los ayudan a resistir cuando las condiciones son adversas. En la época seca pierden líquido y disminuyen su actividad fisiológica; algunas especies incluso pueden sobrevivir meses de sequía. A pesar de parecer secas y muertas, pueden reanudar su vida al humedecerse.

Su presencia en los nacimientos es una tradición que perjudica al medio ambiente.oceane2508 /iStock

A pesar de todos los beneficios que proporcionan a los ecosistemas, diversas especies de musgos son extraídas sobre todo de bosques cercanos a ciudades y pueblos para cumplir su papel como “pasto” o vegetación en los nacimientos navideños.

Al extraerlos se reduce su presencia en sus hábitats naturales, pudiendo llegar a erradicarlos localmente o llegar al grado de extinguirlos. Esta extracción también afecta a todos los organismos que dependen de ellos, su ausencia afecta a su vez al suelo, la fijación de nitrógeno, el ciclo del agua, el reabastecimiento de los mantos freáticos y la captación de dióxido de carbono.

Quitar un pequeño organismo de un sistema tan complejo como un bosque, aunque nos parezca increíble, puede tener graves consecuencias de las cuales simplemente no tenemos conciencia. Lo peor del caso es que pasada la temporada navideña, toneladas de musgo extraído de manera potencialmente ilegal terminan en la basura.

Hermosos adornos estarán en millones de casas alrededor del mundo, mismos que terminan en la basura.NatashaBreen /iStock

Así es, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) regula y reglamenta el uso y aprovechamiento de cerca de mil 500 especies de musgos, existen comunidades donde se regula su extracción y uso, algo que no ocurre en muchos mercados de las grandes ciudades.

Por todas las razones ecosistémicas mencionadas es que lo ideal es dejar el musgo donde debe estar, en su medio ambiente, donde sí es necesario. Siendo su crecimiento tan lento, incluso con un cultivo sustentable es muy difícil recuperarlo.

Además, por más que presentar un escenario verde y lleno de vida sea la decoración a la que estamos acostumbrados en el nacimiento, sería más correcto decorar con aserrín y otros materiales que simulen el pesebre donde nació Jesús.

Referencias:

Por Agencias