Los datos actuales nos indican que no hay pruebas científicas de una relación entre la fase de la luna y la ocurrencia de terremotos.iStock.

Para averiguar si existe o no una relación entre la fase de luna llena y la ocurrencia de terremotos, podríamos recopilar todos los terremotos ocurridos en un intervalo de tiempo, por ejemplo, los últimos 300 años, y buscar cuál fue la fase de la luna en esa fecha. El problema es que hacer esto nos llevaría mucho tiempo. Además, unos terremotos pueden estar relacionados con otros e introducirnos ruido. Una alternativa más viable sería considerar sólo los terremotos más intensos

Esto precisamente es lo que hizo un equipo de científicos considerando 204 terremotos de magnitud 8 o superior ocurridos desde 1600. En este trabajo, publicado en 2018, no observan ninguna relación. Al contrario, encuentran que los datos están distribuidos de forma muy similar a como se obtendría si se hubiera hecho de forma completamente aleatoria.

Es cierto que otros estudios encuentran resultados diferentes. Por ejemplo, un análisis de la actividad sísmica en la isla de El Hierro en España durante los años 2011 a 2013 (de intensa actividad volcánica), mostró una relación entre la ocurrencia de terremotos y ciertos ángulos de fase de tensión de mareas (da una idea de la posición relativa de las fuerzas de marea). Pero, otros muchos estudios posteriores refutan la idea (¿el mito?) de que haya días preferidos, ya sean fechas específicas o fases de la luna, para que suceda un terremoto.

Los datos actuales nos llevan a concluir que no hay prueba de que exista una relación entre la luna llena y los terremotos.

¿Por qué buscar una relación?

La Luna se encuentra aproximadamente a unos 384400 kilómetros de la Tierra. Aunque esta distancia puede parecer inmensa –por ejemplo, podríamos poner 30 Tierras en el espacio que hay entre ella y la Luna–, en realidad, no lo es tanto. Por ejemplo, Venus, el siguiente objeto astronómico más cercano, está 100 veces más lejos de la Tierra que la Luna.

En realidad, como la órbita que describe la Luna alrededor de nuestro planeta es una elipse, no una circunferencia, esta distancia varía entre una distancia mínima, de unos 363300 kilómetros, y una distancia máxima, de unos 405500 kilómetros.

Pero, en cualquier caso, la Luna es el astro más cercano a nosotros y, por ende, es lógico pensar que su presencia tiene efectos en nuestro planeta.

La Luna ejerce una atracción sobre las masas de agua que hay en la Tierra y causa las mareas.iStock.

¿Cuáles son los efectos de la Luna sobre la Tierra?

La Luna y la Tierra son cuerpos con una masa y un volumen, así que ejercen una atracción el uno sobre el otro. Al tener la Tierra una masa mayor, también es mayor su fuerza de gravedad sobre la Luna. Es el motivo, por ejemplo, de que la Luna se haya quedado orbitando alrededor.

Pero la presencia de la Luna también tiene algunos efectos en nuestro planeta. Por ejemplo, la Luna atrae las masas de agua terrestres. Como esta atracción depende de la distancia, se producen deformaciones dependiendo de la posición relativa entre la masa de agua y la Luna. Estas deformaciones son las mareas, uno de los efectos más notorios y conocidos que produce la Luna sobre la Tierra.

La presencia de la Luna ayuda también a estabilizar el eje de rotación de la Tierra. Sin ella, las variaciones serían mayores, y las estaciones climáticas menos estables.

A medida que se recopilen más datos sobre terremotos ocurridos en todo el mundo se podrán refinar los conocimientos que se tienen sobre ellos. iStock.

La comunidad científica ha estado investigando desde el siglo XIX una posible relación entre la Luna y los terremotos y, como vemos, aún continúa. En general, los sismólogos y sismólogas todavía tienen muchas preguntas que responder. Algunas de ellas son: ¿Se pueden predecir los terremotos? ¿Hay actividades humanas que induzcan terremotos? ¿Qué se puede hacer para prevenir y mitigar los riesgos en las regiones más sísmicas?

Referencias:

Do large (Magnitud 8) Global Earthquakes Occur on Preferred Days of the Calendar Year or Lunar Cycle? S. E. Hough, Seismological Research Letters, 2018, 89, 577. 

Tidal influence on seismic activity durin the 2011-2013 El Hierro volcanic unrest. L.M. Sanz y colaboradores, Tectonics, 2021.

A Myth of Preferred Days of Strong Earthquakes? V. G. Kossobokov, G. F. Panza, Seismological Research Letters, 2020, 91, 948.

Por Agencias