Ángel Martínez Martínez, es un artista visual independiente con una trayectoria que lo ha llevado de su natal Ixtapaluca, en el Estado de México, a tener una obra con prestigio internacional.

Luego de la escuela y de sus primeros acercamientos a la pintura cuando tenía ocho años, en la Casa de Cultura de Ixtapaluca, se formó en el taller de pintores de Azcapotzalco hasta los 18 años y obtuvo también una tutoría con el maestro Luis Nishizawa.

“Hice pintura figurativa tipo collage y eso se hacía en medianos y en grandes formatos, yo tenía 18 años y por primera vez oí hablar del Taller de los Encuentros Nacionales de Arte Joven, en los cuales yo nunca había participado, pero lo hice y por primera vez obtuve el premio nacional”.

En aquel momento, el artista inició una carrera de manera firme y constante que lo ha llevado a montar al menos 30 exposiciones individuales en México, y a participar en más de 100 colectivas en países como Estados Unidos y España, mostrando su lado de artista emergente.

“Un artista emergente es aquel que va saliendo a la vida artística, la vida profesional, que acaba de integrarse después de la formación y que empieza a caminar de una manera formal en la plástica, en el arte”, expresó a Grupo Imagen.

Con 26 años de trayectoria, busca mostrar a través de la pintura aquello que le apasiona visualmente y que, como decía Tamayo, un pintor siempre debe hablar de su realidad, de su entorno y quien no lo ve así, está soñando, así que hoy habla de las máquinas y de su relación con la humanidad.

“Mi pintura es una pintura como tal, como materia muy de claroscuro, me interesan mucho las contraposiciones de contraste, de sentido y buscando luz en esa oscuridad.

“Aprovecho esta cuestión de las máquinas porque tienen que ver con los metales y los metales tienen siempre, por muy opacos que sean, un brillo. Es una intención temática de que es un brillo en la oscuridad”.

En la Cumbre Imagen 23 BBVA. Sostenibilidad, el artista ofrecerá claramente, a través de su obra, su compromiso con el cuidado de los recursos en el mundo.

“Es una pieza que tiene el sentido de instalación, tipo arte objeto, pero es una pieza hasta cierto punto escultórica, que está pensada para el evento y hace alusión a esto que digo, que es como un ciclo vicioso la falta de agua, pero la seguimos desperdiciando en todo lo que se comercializa; deseamos el paisaje, pero lo seguimos haciendo negro de distintas maneras”.

Ganador de otros 10 reconocimientos, Martínez recomienda a las nuevas generaciones que quieran dedicarse a las artes plásticas que lo hagan con plena vocación y capacidad de resistencia… un camino que ya sigue su hijo, el artista Ángel Mariano, de quien también contaremos su historia.

Con Información de Excelsior

Por Agencias