Empalme, Sonora.- “Era un día nublado, el día se veía gris, como presagiando la tragedia que se avecinaba”, expresó el licenciado José Luis Islas Pacheco al dar inicio al conversatorio que ofreció el Museo Ferrocarrilero (Mufer) para recordar el XLI aniversario del trenazo en Estación Moreno.
El director del Mufer y cronista municipal vitalicio recordó que en la mañana de aquél sábado 19 de febrero de 1983 algo se sentía diferente; junto con sus compañeros de grupo de la escuela primaria “Artículo 123” pintaba los mesabancos de su salón, pero el día ‘tenía algo’.
“Parece que fue ayer; a pesar que han pasado ya 41 años de este trágico hecho, lo vemos como si no hubiera pasado tanto tiempo”, manifestó, al conversar con un nutrido grupo de personas en el interior del Museo Ferrocarrilero.
Recordó que ya en la tarde empezó a correr la noticia de un trágico accidente ocurrido poco antes de llegar a Estación Moreno, de norte a sur, pero aún no se conocía bien la magnitud de la tragedia.
Al pasar de las horas empezaron a vislumbrar bien esa magnitud, y todo se tornó en un silencio en la ciudad: familiares, amigos o conocidos habían perdido la vida en el trenazo.
Por la tarde, agregó, llegó un tren con plataformas repletas de personas heridas, algunas de ellas muy graves, y otras más que murieron en el trayecto de Moreno al hospital de Empalme.
“El caos hizo presa de la gente; muchos arremolinados en el exterior del hospital del Seguro Social y del ‘Segurito’ para preguntar por familiares o amigos que venían en el tren número 4 (tren burro), que fue impactado por local 44 (carguero) proveniente de Hermosillo.
El licenciado Faustino Olmos de la Cruz, cronista municipal vitalicio de Guaymas, es un sobreviviente de esta tragedia, pues venía en el tren; se subió en Hermosillo — donde cursaba sus estudios universitarios — para venir a Empalme a pasar el fin de semana.
Dijo que por cuestiones del destino se cambió de coche, pues venía en el último vagón, y fue así como milagrosamente salvó su vida.
Narró desgarradores pasajes que ocurrieron en esta tragedia, en la que de acuerdo a números oficiales perdieron la vida 86 personas, pero en realidad fueron no menos de 400 los que ahí fallecieron.
Igual lo narró otra persona que acudió al conversatorio, que igual venía en ese tren en el que también milagrosamente se salvó, pero tiene recuerdos imborrables de esta tragedia, como el ver a mucha gente (sobrevivientes) que como zombie, seguramente en shok, se fue hacia el monte y ya no se supo nada de ellos.
Al término del conversatorio se colocó una ofrenda floral en el monumento al ferrocarrilero, que se ubica contiguo al Mufer, para recordar honrar la memoria a las muchas víctimas que dejó este hecho.

Por Agencias

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