Las fábricas, la electricidad y los transportes son los principales emisores de dióxido de carbono (y humo).iStock.

Las ciudades están repletas de fuentes de humo. Si paseas por las calles, verás que los coches y los autobuses las inundan de humo, sobre todo, en las ciudades grandes como la Ciudad de México. Las calefacciones, la quema de incienso en los hogares o los cigarros también generan humo. Las fábricas que se encuentran en las zonas periféricas de las grandes ciudades son una de las principales fuentes de humo y, por tanto, de dióxido de carbono. La forma de cocinar tradicional, con gas, carbón o leña también produce mucho humo, que puede llegar a ser tan peligroso como el humo del tabaco

La forma tradicional de cocinar, quemando gas, carbón o leña, produce mucho humo.iStock.

Además de humo, también encontramos vapor a nuestro alrededor: al cocinar pasta, en la regadera e incluso en el universo.

El humo y el vapor pueden parecernos la misma cosa, un gas, sólo diferenciada por el color. El humo es negro y el vapor es blanco. ¿O no es así? En realidad, mientras que el vapor sí que es blanco (en realidad es incoloro) el humo puede adoptar diferentes colores. La diferencia entre ambos no está en el color sino en su composición y en la forma en que se producen. Veamos las características de cada uno de ellos.

¿Cómo se produce el humo?

El humo se produce por procesos de combustión. En esta reacción química se parte de un combustible que puede ser sólido, líquido o gas. Algunos ejemplos de materiales combustibles son papel, plástico, gasolina, madera, etc. El combustible reacciona con un oxidante, como el oxígeno, y se produce calor. Para que la reacción de combustión se inicie se requiere de una chispa, una llama o algo que eleve la temperatura. Cuando se alcanza la temperatura adecuada, el combustible se empieza a descomponer y reacciona con el oxidante. Como consecuencia se producen gases (como monóxido de carbono) y otras partículas pequeñas.

El humo está formado por estas partículas en suspensión y ellas son las que definen las propiedades de dicho humo, como el color o la densidad.

Normalmente, la composición del combustible define cómo será la composición del humo. Pero también la forma en que se produce la quema, determina el tipo de humo que se formará.

Seguramente conoces las fumatas blanca y negra del Vaticano que indican si hay nuevo Papa o no. Ambas fumatas se producen por combustión así que producen humo, pero la sustancia que se quema en cada caso es diferente. Para producir la fumata negra se usaba alquitrán o carbón. La fumata blanca se obtiene por la quema de paja antiguamente y, más recientemente, a partir de lactosa, clorato de potasio y colofonia.

El vapor se produce cuando el agua líquida se calienta y pasa a fase de gas.iStock.

¿Y el vapor?

En el caso del vapor, lo que sucede es que una sustancia que está en estado líquido pasa a la fase gaseosa. Para ello, se debe aplicar calor a la sustancia. Este calor hace que las moléculas que forman dicha sustancia pasen de un estado más ordenado a otro más disperso. Este gas es invisible

Un cigarro tradicional produce humo y un cigarro electrónico produce vapor. En ambos casos se ve de color blanco.iStock.

Podemos visualizar la diferencia con los cigarros. Los cigarrillos tradicionales generan humo (blanco) porque se están quemando ciertas sustancias del tabaco y se producen otras. En los cigarrillos electrónicos lo que ocurre es que las sustancias que están en el cigarro se evaporan (cambian de estado) pero no aparecen otras nuevas. Lo que se produce al exhalar en ambos casos es una nube blanquecina pero tanto su composición como la forma en que se han producido son diferentes.

Y las nubes, ¿qué son?

Las nubes están formadas por grandes masas de aire con pequeñas gotas de agua o cristales de hielo. No es vapor ya que el agua no está en forma de gas sino de líquido o sólido.

Si una nube está muy alta, la temperatura será más baja, así que solo contiene cristales de hielo. Si la nube no está tan arriba, puede tener también agua en forma de pequeñas gotas.

Estas pequeñas gotas y cristales de agua son los que dan a las nubes el color blanco característico cuando la luz del Sol incide sobre ellas, se refleja y dispersa.

En resumen, mientras que el humo está formado por partículas en suspensión que se producen tras un proceso de combustión, el vapor es vapor producido por el calentamiento de agua líquida hasta que pasa a la fase gaseosa.

Referencias:

Emisiones de dióxido de carbono. Agencia de protección ambiental de Estados Unidos. 

Smoking and Air Pollution as Pro-Inflammatory triggers for the development of rheumatoid arthritis. R. Anderson y colaboradores. Nicotine and Tobacco Research, 2016, Volume 18, 1556. 

Por Agencias