En 2021, los médicos veterinarios del Centro de Conservación y Rehabilitación de Animales Silvestres de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Brasil, estaban desconcertados ante lo que tenían frente a ellos. Un hermoso cánido negro había sido atropellado y llevado para ser atendido; pero su apariencia era inusual, no se parecía en nada a las especies que ellos conocían, aunque inmediatamente pensaron en la posibilidad de estar frente a un híbrido.
En el estado de Rio Grande do Sul habitan cuatro especies de cánidos, considerando su apariencia física y sitios de distribución los investigadores fueron descartando a los posibles progenitores de la atropellada. Los principales sospechosos, debido a la forma de su cuerpo y el tamaño similar, fueron el zorro cangrejero (Cerdocyon thous) y el zorro de las pampas (Lycalopex gymnocercus), aunque en ambos casos el pelaje es grisaceo, mientras que el del cánido era de color negro con algunos pelos blancos.
Por el resto de características físicas, los investigadores hipotetizaron que el otro progenitor de esta misteriosa hembra tenía que ser un perro doméstico (Canis lupus familiaris). Para comprobarlo probaron todos los escenarios posibles que involucraran a las especies que viven en el área para posteriormente aplicar análisis genéticos y citogenéticos para comprobar su hipótesis.
Usando la genética para resolver el misterio
Para ello tomaron muestras de piel y de sangre del animal; con las muestras de piel obtuvieron los cromosomas del núcleo de las células, mientras que con las muestras de sangre hicieron, entre otros, análisis de ADN mitocondrial, ya que este solo se hereda de la madre. Lo mismo hicieron con muestras de dos individuos de las especie que consideraron podrían ser sus progenitores.
En el estudio cromosómico descubrieron que la cánido tenía 76 cromosomas, su relevancia es que los perros domésticos cuentan con 78 cromosomas, mientras que los zorros de las pampas tienen 74, es decir, ella tenía un número intermedio. Además, los cromosomas sexuales – X y Y – de ambas especies son diferentes, y la hembra presentaba ambas formas – uno heredado de la madre y uno del padre -. Este análisis visual era casi suficiente para confirmar que dichas especies eran sus progenitores.
Los resultados genéticos y de ADN mitocondrial confirmaron lo que ya sospechaban, este animal era un híbrido entre un perro, quien era su padre, y su madre era un ejemplar de zorro de las pampas. Si bien las limitaciones del estudio – al ser solamente un individuo – dejan la puerta abierta a que se trate de variación intraespecífica en la población de zorros de las pampas, la posibilidad de que se trate del primer caso confirmado de hibridación entre estas dos especies es muy alta.
Consecuencias de la expansión humana
Este descubrimiento tiene una implicación interesante, estas especies pertenecen a géneros distintos – Canis y Lycalopex -, lo que usualmente hace muy difícil la hibridación. Aunque su último ancestro común data de hace 6.7 millones de años, pudieron tener descendencia, eso sí, faltaría conocer si los híbridos consecuencia de este cruce son fértiles, algo poco común entre especies lejanas.
El problema no radica tanto en la existencia del híbrido, sino en las causas de este evento. Las Pampas es un bioma de pastizales bajos que abarca 1,200,000 kilómetros cuadrados en la región este de Argentina, todo Uruguay, y el estado más sureño de Brasil, Rio Grande do Sul, y representa una larga proporción del rango de distribución del zorro de las pampas.
Pero, debido a la modificación del hábitat por la acción de las personas, la especie ha comenzado a habitar bosques abiertos y áreas modificadas, como áreas de pastoreo y tierras de cultivo.
La hembra híbrida fue encontrada en una región perteneciente al bioma de bosque Atlántico, el más modificado por los humanos en Brasil. Esto ha tenido como consecuencia que los zorros sean más tolerantes con la presencia del hombre, y dado que los perros van a donde vayamos nosotros, esto ha facilitado la posibilidad de interacción e hibridación.
Esto puede tener graves consecuencias para ambas especies. La posibilidad de transmisión de enfermedades está latente, pero preocupa que los zorros de las pampas son susceptibles a coronavirus, parvovirus, moquillo y brucelosis, enfermedades que los perros contraen por su interacción con nosotros.
Además, si la hibridación es algo común, la introducción de genes de perros en la población de zorros podría ser dañina para la especie. Un ejemplo muy claro está en su pelaje, el color grisáceo está favorecido por la selección natural para el hábitat en el que se encuentran, pero el color negro de la hembra híbrida sería una clara desventaja en el mismo contexto.
De momento, esta bonita cánido se mantiene como un caso único, sin embargo, como bien mencionan los investigadores a cargo de este trabajo, se requieren hacer esfuerzos adicionales para comprobar que en realidad la hibridación entre estas especies no sea algo más frecuente y, en caso que así fuera, analizar los impactos genéticos, ecológicos y de comportamiento que tendría en las poblaciones de zorros de las pampas.
Referencias: