“¡Hoy os traigo una predicción en directo, me voy a mojar con todos vosotros con este proyecto que lo va a petar! Una auténtica bitcoin killer… ¡una bomba! Va a desplazar a las criptos como las conocíamos antes, vamos a revolucionar el mercado”, dice con entusiasmo delante de la cámara un joven con 50.000 seguidores en Youtube. “¡To the moon, bros! ¡Esto va a salir como un cohete para arriba! Si la compráis ahora, vais a pagar 10 céntimos, pero en un año valdrá 10 euros y, al final, ¡booom, 1000 euros o más! ¡Aprovechad ahora, que es el principio! ¡Con esto nos vamos a jubilar! ¡Recordad que la libertad financiera no la vais a conseguir trabajando, chavales!”.

No es un mensaje en clave, sino el lenguaje que usan los influencers en el mundo de las criptomonedas para vender una nueva moneda o “gema”. Sin embargo, “muchos de estos proyectos son auténticos pufos, cuando no estafas directamente”, dice a Muy el abogado Iván Bayo Roque, presidente de la Asociación Europea de Inversores en Criptoactivos. “Te dicen que su valor se va a multiplicar por 1000. Pero, en el 99% de los casos, la realidad es que va a pasar de valer 5 céntimos a valer 0,005”, observa este experto.

El efecto halo de estos personajes, con un gran poder de persuasión, cala hondo en sus seguidores, que ignoran por completo que sus supuestos “consejos bienintencionados” no son más que una forma de publicidad encubierta en la mayoría de los casos. Lo demostró con gran revuelo un investigador privado que, en noviembre de 2021, publicó en su cuenta de Twitter (@zachxbt) una lista de 114 influencers estadounidenses que reciben dinero bajo cuerda a cambio promocionar proyectos o gemas –que luego resultan ser humo– en sus canales de Instagram, Youtube, Twitter o TikTok. Por ejemplo, la media por un tuit hablando bien de una gema puede rondar los 80.000 euros. “Soy consciente de que mis seguidores han sufrido unas pérdidas dolorosas, mientras yo iba ganando dinero por recomendarles invertir”, reconocía este verano el influencer arrepentido Ben Amstrong en una entrevista para la CNBC. Su canal de Youtube, BitBoy Crypto, tiene 1,4 millones de suscriptores.

Efecto haloinvincible_bulldog/iStockphoto

El verdadero boom de las estafas tuvo lugar en los meses posteriores al confinamiento, allá por 2020, durante el mercado alcista de las criptos, con monedas que se revalorizaban un 200% en una noche. Entonces, “cuando bitcoin estaba en su máximo histórico, muchos influencers intencionadamente difundieron el bulo de que iba a subir aún más, que era la promesa a la libertad financiera, para que la gente siguiera comprando. Si compraste 1 bitcoin entonces, ahora estarás en negativos de -50.000 euros”, apunta Bayo. Y es que su valor llegó a más de 68.000 dólares en diciembre de 2021 y menos de un año después (a finales de octubre de 2022), está en 19.000.

¿Y qué consejo dan a sus seguidores los influencers que aconsejaron comprar al alta? “Holdear con cojones”, nos responde Bayo, es decir, aguantar sin vender hasta que vuelva a subir. “Eso está muy bien para la gente que no metió un dinero que necesitaba. Porque yo también creo que bitcoin volverá a subir, incluso tal vez supere su máximo histórico, pero no sabemos cuándo, si será en un mes o en cinco años”, explica.

Pero, claro, quien lo sabe realmente no lo cuenta en las redes sociales. “¿Tú crees que Warren Buffet va a tener un canal de Twitter para decirte cómo hacerte rico? La gente que de verdad sabe cómo funcionan los mercados, los traders profesionales y expertos, no sabemos cómo se llaman, pero lo que es seguro es que no se dedican a hacer videos en youtube, ni regalan gratis sus conocimientos”, advierte Bayo. “El problema es hay muchos chavales que creen que sí”, continúa.

Mi Primera Cripto, Crypto Profe, Delox, Cryptokakarot… son algunos ejemplos de influencers con muchos seguidores en Twitter o Youtube que tienen academias de trading. “Dan consejos sobre cómo hacerse rico con las criptomonedas, pero ellos no ganan su dinero tradeando, sino de las formaciones que imparten, de las matrículas, los talleres, las materclasses…”, destaca Bayo. “Luego, si sus alumnos pierden dinero después de seguir sus instrucciones, los gurús siempre responden lo mismo: “Yo he hecho lo que he podido. Te he dado formación, pero si esto no es lo tuyo, la culpa no es mía””.

El escenario actual a la baja tiene, por otra parte, menos gancho para atraer a incautos que cuando los criptoactivos no paraban de subir como la espuma. Según un informe de Chainalysis, en agosto de 2022, “las estafas cayeron un 65% tras la salida de los novatos crédulos del mercado”. Antes de eso, habían tocado el cielo, con sonados ejemplos como el de PlusToken, una plataforma con sede en Corea del Sur cuyo cierre se saldó con 109 personas arrestadas y la incautación de 4.200 millones de euros en criptoactivos –cuyas ganacias, por cierto, el Gobierno chino decidió destinar a las arcas del estado–. Lo que PlusToken prometía a sus usuarios era llevarse unos intereses de entre el 8 y el 16% mensual, a partir de ingresos de 500 dólares.

“las estafas cayeron un 65% tras la salida de los novatos crédulos del mercado”Ja_inter/iStockphoto

Otro caso parecido, pero a la española, es el de Arbistar 2.0, una empresa nacida en 2019 en Tenerife, que se publicitaba como especializada en trading y análisis de mercado de criptodivisas. Según el despacho de abogados LABE, ha timado a unos 32.000 inversores, que han perdido más de 100 millones de euros. Todo empezó cuando, en septiembre de 2020, su web anunció que quedaban “congeladas todas las cuentas sin posibilidad de hacer reinversiones”. Por el momento, el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama, que lleva el caso desde 2021, ha dicho que se trata de la “mayor estafa piramidal” en inversiones en criptomonedas.

De la misma manera, la plataforma Kualian (fundada por un español, pero registrada en Estonia), también imputada en España, prometía a sus clientes “el 10% de la inversión que hicieran los nuevos afiliados que captaran para la plataforma, un 3% de los captados por estos… y así sucesivamente, hasta un total del 20% invertido por cada uno, lo que generaba una red exponencial de captación masiva. Reclutar a nuevos inversores alimentaba la base de la pirámide, permitiendo la restitución de beneficios a los inversores iniciales, sin que la operativa respondiera a un negocio real”, explicaba en El País el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea.

Otras que tal bailan son Algorithms Group (fundada por un español, con sede en Londres) y Nimbus (sede en Malta). Como Arbistar, “simulaban la existencia de un bot o sistema de arbitraje que prometía altas rentabilidades a los inversores, que utilizaban sus criptomonedas para estos proyectos, sin que hayan podido recuperarlas jamás”, cuenta a Muy el abogado especializado Carlos Aránguez, presidente de la Asociación de Usuarios de Criptomonedas. Las cuatro están siendo investigadas por la Audiencia Nacional desde 2021, con un presunto fraude total que supera los 462,5 millones de euros. Los directivos implicados tienen todos en común un estilo de vida a lo grande y actitud triunfadora. Para hacernos una idea, pocos meses después de haber sido denunciado por estafa, el CEO de Nimbus llegó a dar un discurso en Dubái durante un congreso sobre blockchain donde hablaba de que su modelo de negocio pretende “ayudar a millones de personas”.

Aunque para ser engañado a lo grande no es necesario meterse en un esquema ponzi: también hay timos como el de la rusa Finiko, que en 2021 se había quedado con más de 21 millones de euros de sus usuarios. Como explica la web del despacho especializado Aránguez Abogados, que ha creado una plataforma de afectados por Finiko, “no creemos que esta sea una estafa piramidal, sino una empresa que ha cometido un delito de apropiación indebida y blanqueo de capitales (lavado de activos); pues en el momento en que sus operaciones de trading y préstamos comenzaron a tener pérdidas, se apropiaron de las cantidades que tenían depositadas los inversores”.

Otro enfoque es el de las plataformas de formación on line, tipo IM Academy, que llegó a reunir a 9.000 asistentes en un macroevento de 3 días en el Palacio Municipal de Deportes de Badalona, en abril de 2022 (un año después de que se presentara una denuncia colectiva contra esta organización en los tribunales españoles), a un precio de 200 euros la entrada. “Educamos: te damos acceso a la información adecuada para que empieces a pensar y a hacer las cosas de la mejor manera para ti. Te empoderamos: gana el control sobre tu vida y la confianza para perseguir el estilo de vida que deseas. Te enriquecemos: explora distintas maneras para generar y diversificar tus ingresos”. Así define la “plataforma educativa online” IM Academy, con sede en Nueva York, lo que puede aportar a sus alumnos. Suena bien, aunque su aterrizaje en España –que comenzó durante la pandemia– no ha podido ser más atropellado. Más que enriquecer y empoderar, ha dejado tras de sí denuncias por estafa y asociación ilícita, el arresto de ocho de sus líderes por la Policía Nacional y 3000 jóvenes afectados –según la denuncia presentada por RedUNE– que no solo han perdido su tiempo y su dinero, también han pasado por la apisonadora psicológica que es una secta.

La matrícula en los cursos de IM Academy sobre cómo hacerte rico con las criptomonedas era de 200 euros, más una cuota mensual de 150 euros, de la que podían librarse si reclutaban a dos amigos para que se apuntaran a la formación. Si lograban captar a un tercero, entonces empezaban a cobrar de la pirámide. En la cima, los líderes alardeaban en las redes de las pruebas de su éxito: macrofiestas en casoplones de lujo, yates y coches de alta gama.

Este sistema ponzi es la marca dela bestia de las criptoestafas más sonadas de los últimos dos años. Como señala a Muy Juantxo Domínguez, presidente de la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad (RedUNE), el modus operandi es el mismo que el de las sectas de toda la vida, con dos diferencias clave para adaptarse a los nuevos tiempos. Primero, si antes se empleaban las charlas, talleres, carteles por la calle, ahora están las redes sociales. “Un mismo perfil puede llegar a miles de personas con una financiación mínima. Antes tenías que imprimir muchos panfletos para publicitarte y eso costaba dinero. Ahora es mucho más barato llegar a la gente”, observa.

La segunda diferencia tiene que ver con los tiempos de capitalismo exacerbado en que vivimos. Antes, para captar a sus seguidores, las sectas tenían un tinte religioso, ofrecían la promesa de salvación eterna y te metían miedo con el fin del mundo. “Hoy, si le hablas a un joven del más allá, lo más probable es que se ría en tu cara. Ahora el anzuelo está en el más acá: aquí y ahora puedes triunfar, trabajar solo con tu móvil y hacerte millonario en poco tiempo. La recompensa que se promete es puramente material”, reflexiona Domínguez. Y la amenaza ya no es el apocalipsis del Antiguo Testamento, sino un futuro incierto y negro con nubarrones de crisis económica.

Desde hace un par de años, en RedUNE están desbordados por las consultas de víctimas de las criptosectas. “Ha habido muchos jóvenes y muchas familias afectadas”, asegura. “Insisten en que consigas adeptos –porque así te saldrá gratis la matrícula en el curso de formación–, lo que exige mucho tiempo y energía. Vas dejando de lado tus estudios, tu círculo de amigos, tu familia…”, relata Domínguez. Los líderes del grupo se presentan como “tus guías hacia el éxito” y echan por tierra los valores que el joven había aprendido en su casa. Así, van creando una dependencia grupal que anula tu espíritu crítico. Y entra en juego la coerción: “Se trata de ir ascendiendo en la pirámide. Por eso, estás pillado y nadie quiere soltarte de la mano, porque si no se rompe la cadena y quedas mal ante tus compañeros”, denuncia. A todo esto se suma que “te presentan un modelo financiero con el que vas a dar el pelotazo de tu vida y llevar el mismo ritmo de lujo desenfrenado que los líderes de la organización. Esto funciona como una luz al final del túnel. Pero nunca llegas. Estás en una trampa”, comenta este especialista que, desde RedUNE, está luchando por que se tipifique como delito la persuasión coercitiva.

Mientras, los estrepitosos timos de IM Academy o Arbistar han puesto bajo los focos a otra compañía grande dedicada a la formación online sobre trading: MundoCrypto, fundada en 2019 en Tenerife, hoy con 200 empleados y sedes también en Madrid y Dubai. Empezó a funcionar en 2018, “cuando vimos que había mucho interés en bitcoin y un gran vacío en el mercado educativo sobre criptomonedas, en cuanto a su significado, su utilidad, aplicaciones, beneficios del blockchain…”, nos dice en una entrevista su fundador y CEO, el canario Mani Thawani. Sus alumnos responden a perfiles muy variados, aunque “cada vez hay más universitarios que buscan una ventaja competitiva cuando acaben su carrera. Ten en cuenta que las ofertas de empleo con la etiqueta “blockchain” han crecido un 500% en el último año”, añade. En esta palabreja informática radica, precisamente, la clave de la libertad financiera, un concepto irresistible en el discurso de gurús y defensores de los criptoactivos. “Implica la descentralización del poder, que pasa a manos de las personas. Por primera vez en la historia, estamos ante un poder tecnológico que traspasa el control del estado. Con blockchain, el ciudadano es el dueño de su dinero, es el poseedor de los datos. El registro es totalmente público. Existe pura transparencia”, afirma Thawani.

MundoCryptometamorworks/iStockphoto

Sin embargo, su última macroconvención, celebrada en Madrid el pasado mes de agosto, hizo que sonaran todas las alarmas. Por un lado, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) advirtió que MundoCrypto estaba en su lista gris de “entidades que podrían estar captando fondos o asesorando sobre inversiones sin estar registradas en el Mercado de Valores”. Con una gran revuelo, la prensa se hizo eco de la polémica y los presentadores famosos que iban a presentar el acto decidieron echarse atrás. Por otro, los defensores de la libertad financiera mediante blockchain se sintieron atacados. “Mucha gente asistió para apoyar a las criptos”, nos asegura Thawani. 7.000 personas, llegadas desde todas partes de España. “El evento, en sí, fue una demostración de la rapidez de respuesta de los organizadores. Se cubrieron las espaldas. Cada dos por tres, salía en la pantalla un mensaje repitiendo que solo eran una escuela, que no prestaban servicios financieros”, cuenta a Muy el periodista tecnológico Alberto Payo, fundador y responsable editorial del blog especializado Applicantes, que acudió al evento en Madrid. “Thawani estuvo casi dos horas hablando ante el público, se mostró como una especie de mesías de las criptomonedas víctima de la manipulación mediática. Incluso había un photocall alfombrado de billetes de dólar con su cara”, recuerda.

Sin embargo, Thawani se apresura a desmentir cualquier parecido con IM Academy: “Nosotros no tenemos nada que ver con las estafas piramidales ni los sistemas ponzi. Nunca hemos pagado a nadie porque nos traiga clientes. La nuestra es una formación online como otra cualquiera. Pagas, te enseñan y te vas”. De igual manera, el abogado Iván Bayo apunta que “MundoCrypto no puede ser calificada como secta con los criterios que tenemos hoy y es respetable que vendan su formación”. Aunque, desde su punto de vista, “hay muchas cosas que son turbias y echan un poco para atrás. Mi consejo es que hay que tener mucha cautela”. Lo mismo opina Payo, al que le sorprende el entramado empresarial de la compañía y de su rápido crecimiento en solo 3 años.

Así las cosas, por el momento, la plataforma ha hecho un paréntesis de unos meses en sus cursos de formación porque, según nos explica Thawani, está dando las últimas pinceladas a nuevo y ambicioso formato. Se llamará Learn to Earn (Aprende para ganar dinero), se ofertará en 21 idiomas, en India, países anglosajones, Latinoamérica y España, y ofrecerá cursos con una duración de 1 a 6 meses. Consiste en que “si un alumno se apunta y termina el curso y aprueba, va a recibir una cantidad en criptomonedas, que podrá cambiar por dinero en euros o por otras formaciones”, señala Thawani. Suena bien, aunque algunos expertos mantienen su escepticismo. “Como idea, si esto va a fomentar que la gente estudio, está muy bien. Pero todavía no sabemos cómo se va a articular, en qué va a consistir la formación… Hay que ver la letra pequeña”, opina Bayo.

El patio está, cuando menos, revuelto. Por algo, la CNMV y el Banco de España llevan un par de años alertando de que las criptomonedas no cuentan con el respaldo de un banco central ni están cubiertas por mecanismos de garantía y protección al cliente. “Lo que la CNMV nos está diciendo es `Ojo, esto es el lejano Oeste, porque aquí no hay nada regulado´”, comenta Bayo. Aunque eso no significa que haya que demonizar las criptomonedas. “No es cierto que todas son un engaño, ni que se usan solo para pagos ilícitos en la darkweb y muchas otras cosas que se dicen de ellas. Cuando se invierte de forma prudente, consciente y bien informada, puede ser una inversión tan respetable como cualquier otra”, defiende este abogado.

De la misma manera, Aránguez recalca que “las inversiones en criptoactivos son siempre de riesgo por su alta volatilidad; el cambio fluctúa muchísimo, incluso en segundos, y al ser un producto intangible y novedoso las probabilidades de estafas son altas también. Por eso, invertir en ellas sin la adecuada formación es como jugar al casino. Entendemos que es necesaria una regulación a nivel mundial para proteger a los inversores”. No obstante, a pesar de sus limitaciones actuales, “sabemos que van a evolucionar, se van a incorporar a nuestro día a día en pocos años y serán la forma de pago del futuro”, insiste este experto. Entre sus puntos positivos, destaca que “eliminan las altas comisiones del sistema bancario convencional y permiten vincularse a smart contracts o contratos inteligentes, que son sin duda parte de nuestro futuro próximo. En pocos años, veremos vinculadas las criptomonedas oficiales que ya se están desarrollando (e-euro, e-dólar, e-yen) a la entrega de subvenciones, porque, gracias al blockchain, son una forma de dinero programable para un destino concreto”.

Mientras llega esa economía del futuro que tan estable, razonable y avanzada suena, solo nos quedan dos opciones: parapetarnos en lo malo conocido o, si decidimos partir hacia la conquista del salvaje Oeste, estudiar Geografía primero… ¡porque vienen curvas!

¡porque vienen curvas!primeimages/iStock

 ¿QUÉ PERSONAJE ERES EN LA MESA DE TRILE DE LAS CRIPTOS?

En un grupo cerrado de telegram o discord sobre criptoactivos, a veces con miles de miembros, las piezas se mueven como en una vieja mesa de trile. Los papeles son siempre los mismos:

-Los incitadores: Infiltrados que se presentan como expertos y hablan de lo bueno que es un proyecto. Se hacen pasar por uno más, pero en realidad tienen un interés económico (les pagan) para promocionar determinada gema. Hacen comentarios del tipo “Ayer compré 2000 euros, y hoy voy a repetir. Voy a acumular antes de que esto estalle. Aprovechad, si no os arrepentiréis luego”.

-Los incautos: Se lanzan, sin cuestionarse nada. Siguen los consejos de los incitadores, a quienes admiran por sus conocimientos especializados. “Suelen tener una formación elemental en finanzas y bastantes pájaros en la cabeza. Se piensan que invirtiendo 3000 euros en una de estas gemas, al mes siguiente van a tener el triple”, nos dice Bayo.

-Los mirones: Escuchan, preguntan ocasionalmente, hacen bulto, tal vez picotean… pero no se deciden del todo.

 PAUTAS BÁSICAS PARA NO SER UN PARDILLO

1. Regla de oro: Nunca dediques a este tipo de inversiones un dinero que no nos podamos permitir perder o que nos vaya a hacer falta. Por ejemplo, pedir un préstamo para comprar bitcoin, significa romper esta regla número uno.

2. Solo se hace rico de la noche a la mañana el que ya antes era rico. “La idea de hacerte millonario de golpe con las criptomonedas hay que quitarsela de la cabeza”, advierte Bayo.

3. Huye de predicadores, gurús y supuestos expertos en las redes sociales. “Debes informarte muy bien de qué producto vas a comprar. Y esa información no te la van a dar gratis en un canal de Youtube”, dice Bayo.

4. Aplica el sentido común y, antes de meterte en cualquier cosa, estudia. “Lee las noticias de la CNMV o foros de reconocido prestigio como Tulip Research o Foroestafas.com, rastrea a la empresa para ver que no esté en un paraíso fiscal”, recomienda Aránguez.

 CRIPTO TRADUCTOR

  • To the moon: El valor de la moneda va a subir como un cohete. Traducido del inglés, “a la luna”.
  • Libertad financiera: Estado en que tus ingresos pasivos (rápidos, abundantes y con poco esfuerzo) no dependen de la esclavitud de un trabajo de ocho horas al día ni están sometidos a las reglas del juego que ponen el estado o el mercado (impuestos, bancos, crisis, paro, etc).
  • Criptobros: Chavales entre 20-25 años en paro o con empleos precarios que confían en las criptomonedas para hacerse ricos rápido. Se sienten, muchas veces, como un grupo de escogidos, con información privilegiada que les permitirá vivir mejor que el resto de los mortales. Bro es el diminutivo del inglés “brother”, hermano.
  • Gema: Nueva moneda que se presenta como proyecto rompedor, novedoso.
  • Bitcoin killer: Gema que promete desplazar incluso al mismo bitcoin. Traducido del inglés: “asesino de bitcoin”.
  • Tradear: Hacer negocio con la compraventa de criptoactivos. Del inglés, “trade”, comerciar.
  • Shitcoin: Criptomoneda de vida fugaz que no sirve para nada o es, directamente, una estafa. Shit, en inglés, significa “mierda”.
  • Holdear con cojones: Mantener el tipo con nervios de acero y no vender cuando el precio del criptoactivo que compraste cae en picado. Esperar. No perder la fe en que va a volver a subir y recuperarás tu inversión. Del inglés, “hold”, sostener.

Por Agencias