Este 2023, México ha tenido una gran cantidad de casos de dengue respecto al año anterior, de acuerdo a los datos de seguimiento de la Secretaría de Salud, ya hay 1000 casos más que en 2022. Al cierre del año pasado, en territorio nacional hubo 12,879, mientras que este año van hasta el momento 13,025 casos. Actualmente el 74% de los casos confirmados corresponden a Yucatán, Veracruz, Quintana Roo, Puebla y Morelos.

El dengue es una enfermedad viral de preocupación global, por ello en distintos países se han implementado diversas formas de frenar su propagación, enfrentando al animal que los virus que lo provocan utilizan como vector, los mosquitos. En México, las especies vector son el mosquito del dengue (Aedes aegypti) y el mosquito tigre (Aedes albopictus).

Las dos especies de mosquito tienen una amplia distribución en el mundo, especialmente A. aegypti, considerado una de las más importantes especies invasoras. Se caracteriza por diversas manchas blancas a lo largo de su cuerpo, incluidas sus patas, por lo que en algunos países se le conoce como zancudo patas blancas.

Por su parte, A. albopictus tiene rayas a lo largo de su cuerpo, por ello su nombre común de mosquito tigre. A diferencia de sus primos, las hembras pueden transmitir el virus del dengue a su descendencia, lo cual aumenta la facilidad como vector del virus.

Aunque el mosquito tigre tiene menos presencia en México es también un vector importante.frank600 /iStock

El virus del dengue necesita de hembras de estos mosquitos – ya que ellas son las que se alimentan de sangre para poner sus huevos – para llegar a humanos. El virus se encuentra en una gran cantidad de países en África, Asia, Oceanía y América, en México todos los estados cuentan con presencia del virus, exceptuando a la Ciudad de México y Tlaxcala.

Después de que una persona es mordida por un mosquito portador del virus pueden ocurrir dos procesos, en el primero la infección se da sin que haya síntomas; por otra parte, en el segundo, sí existen diversos síntomas pero la enfermedad se cura en una o dos semanas. Entre los síntomas están:

● fiebre elevada (40 °C)

● dolor de cabeza muy intenso

● dolor detrás de los ojos

● dolores musculares y articulares

● náuseas

● vómitos

● agrandamiento de ganglios linfáticos

● sarpullido

Sin embargo, en una baja cantidad de casos los síntomas se pueden agravar, llevando a una hospitalización de emergencia, esto puede ser más común en el caso de una persona que se contagia por segunda ocasión. Los síntomas del dengue grave suelen presentarse después de la desaparición de la fiebre y son:

● dolor abdominal intenso

● vómitos persistentes

● respiración acelerada

● hemorragias en las encías o la nariz

● cansancio

● agitación

● vómitos o heces con sangre

● sed intensa

● piel pálida y fría

● debilidad general

De no tratarse los síntomas más severos, el dengue puede llegar a ser fatal.

Cabe recalcar que al ser una enfermedad provocada por virus, sin una cura específica, lo único que se puede hacer durante el tratamiento es aliviar los síntomas, como el paracetamol para ayudar contra el dolor. En este mismo sentido el tomar antibióticos no solamente no es útil, puede ser incluso perjudicial.

La Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud aconsejan no automedicarse y tampoco usar antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno o la aspirina debido a que aumentan el riesgo de hemorragias – tampoco se recomienda naproxeno, diclofenaco, ketorolaco -.

¿Cómo evitar el contagio?

Realmente la única forma de evitar la propagación del virus es limitando la reproducción del mosquito, organizaciones y gobiernos recurren a métodos como el Wolbachia– consistente en introducir una bacteria que compite con los virus en el interior del mosquito – contribuyen a que haya menos mosquitos capaces de transmitir; pero de forma personal se pueden tomar también ciertas medidas para prevenir el contagio.

Evitar la acumulación de agua es un paso importante para reducir los contagios.ThamKC /iStock

La primera y más importante sugerencia es tratar de evitar los criaderos de mosquitos, no permitiendo lugares donde se estanque el agua, como cubetas, llantas o tinacos sin tapa. Otros consejos que da la OMS son usar ropa que cubra el cuerpo lo máximo posible, el uso de mosquiteros – de ser posible impregnados de repelente -, repelentes de mosquitos y espirales de humo y aerosoles.

Existe también una vacuna, pero esta debe de ser usada solo en mayores de 9 años y hasta los 45 años, y ser suministrada bajo supervisión médica, previa valoración.

Si bien el dengue en México no tiene un impacto tan grande comparándolo con países como Brasil – que en 2022 tuvo 1,45 millones de casos registrados y más de 1000 fallecimientos – no es motivo para bajar la guardia, en lo que parece estamos fallando tomando las cifras que llevamos al momento.

Referencias:

Por Agencias