La historia de Jann Mardenborough podría parecer sacada de una película de Hollywood, pero es una realidad que ha demostrado que los sueños pueden hacerse realidad. Este joven galés, que se convirtió en piloto de carreras después de ganar un concurso de Gran Turismo contra casi 100 mil competidores, ha vivido una montaña rusa de emociones desde entonces, con altibajos que han marcado su carrera. Veamos en detalle el asombroso viaje de Jann Mardenborough.
¿Quién es Jann Mardenborough?
Nacido en 1991 en Cardiff, Mardenborough creció como el hijo del futbolista profesional Steve Mardenborough. Desde sus años de formación, desarrolló una pasión por los coches y las carreras, pero pronto se dio cuenta de que el sueño de convertirse en piloto de carreras era casi inalcanzable debido al costo prohibitivo asociado a esta carrera.
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Rodrigo Ayala
A pesar de las dificultades financieras, Jann encontró una salida para su pasión: el videojuego Gran Turismo para PlayStation. Sin embargo, sus padres establecieron límites estrictos: tenía que completar dos horas de tareas antes de jugar, lo que no siempre cumplía.
Después de terminar la escuela, Jann se matriculó en un curso de ingeniería de deportes de motor en una universidad local, pero finalmente lo abandonó. Parecía que sus posibilidades de ingresar al mundo profesional de las carreras eran escasas, hasta que surgió GT Academy en 2011.
Este concurso, concebido por el ejecutivo de marketing de Nissan, Darren Cox, ofrecía a los jugadores la oportunidad de conseguir un contrato de carreras profesional. Los participantes tenían que obtener uno de los 20 mejores tiempos en su región y luego enfrentarse a una serie de pruebas virtuales y reales en circuitos como Brands Hatch y Silverstone.
Más de 90 mil aspirantes se unieron al desafío, y las probabilidades no eran favorables para Mardenborough. Sin embargo, una mañana, encontró una nueva opción en el menú de su PlayStation: “Pruebas de GT Academy”. No dejó pasar esta oportunidad y se dedicó a jugar al menos cinco horas al día durante dos semanas, perfeccionando sus habilidades en el juego.
Su dedicación lo llevó a clasificar entre los 20 mejores jugadores del Reino Unido, lo que le otorgó un lugar en la siguiente ronda en Brands Hatch y finalmente en la final en Silverstone.
A pesar de nunca haber conducido un automóvil de carreras en la vida real, los conocimientos adquiridos en Gran Turismo resultaron invaluables. Mardenborough logró llegar a la última etapa del proceso, una carrera de 20 minutos alrededor de Silverstone, que ganó con confianza. Su sueño de ser el jugador GT elegido por Nissan se había cumplido, pero aún enfrentaba un desafío: un programa de desarrollo de seis meses en Silverstone.
Muchos eran escépticos acerca de la transición de un jugador de videojuegos a un piloto de carreras profesional, pero Mardenborough demostró que tenía lo necesario. Su primera carrera profesional fue en las 24 Horas de Dubái de 2012, donde terminó en un respetable tercer lugar en su clase, junto a los ganadores anteriores de GT Academy. Fue un hito para el concepto de jugador a corredor de Cox.
En el mismo año, Mardenborough compitió en diversas categorías de autos deportivos GT, logrando una victoria en el campeonato británico GT en Brands Hatch.
Sin embargo, su mayor desafío llegaría al año siguiente, cuando participó en las legendarias 24 Horas de Le Mans. El equipo Greaves Zytek, en el que estaba, se clasificó en el puesto 11º antes de lograr un impresionante tercer lugar en su clase, demostrando que Mardenborough tenía lo necesario para competir a nivel internacional.
Pero la vida de un piloto de carreras no está exenta de dificultades. En 2014, Mardenborough cambió a monoplazas y compitió en la serie GP3 de F1 con Arden, respaldado por Nissan. Aunque logró una victoria en Hockenheim y otro podio en Hungría, su carrera enfrentó su prueba más dura en 2015.
Durante las 24 Horas de Nürburgring, se produjo un trágico incidente en el que el coche de Mardenborough volcó, salió de la pista, saltó una barrera y causó la muerte de un espectador, además de herir a varios más. Este evento dejó una profunda cicatriz en Mardenborough, quien admitió sentirse culpable y abrumado por la tragedia.
Sin embargo, sorprendentemente, apenas unas semanas después, Mardenborough estaba compitiendo en Le Mans al volante del Nissan GT-R LMP1, un prototipo de motor delantero y tracción delantera que resultó ser lento e inconfiable. Su experiencia en Le Mans fue una lucha, y nunca volvió a correr en ese legendario evento.
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La carrera de Jann Mardenborough es un testimonio de la determinación y la pasión por perseguir los sueños, incluso cuando las probabilidades están en contra de ti. Desde su humilde comienzo como un jugador de PlayStation hasta su destacada carrera como piloto de carreras profesional, su historia es una inspiración para todos aquellos que se esfuerzan por alcanzar sus objetivos, sin importar cuán inalcanzables puedan parecer al principio.