Centenares de habitantes de Tila, Chiapas, abandonan sus hogares tras seis días de asedio por parte de grupos delincuenciales, mientras elementos de la Guardia Nacional resguardan la zona.  

Familias enteras huyen de las balas, de la agresión y de la violencia que generan los grupos criminales, llevando consigo a familias completas hombres, mujeres, ancianos y menores de edad, a paso veloz mientras son resguardados por la fuerza pública, cargando con lo poco de sus pertenencias para subir a las camionetas y escapar de las agresiones. 

Los pobladores de la región Norte del Estado de Chiapas y vecinos con Tabasco han solicitado apoyo al gobernador chiapaneco Rutilio Escandón Cadenas y a las autoridades federales para que frenen las constantes agresiones y el asedio permanente por parte del Grupo Autónomo, en pugna con Los Karma por el control de la región. 

De acuerdo a lo declarado por las víctimas de este municipio, las bandas delincuenciales someten a los pobladores, exigiendo pago de derecho de piso por viviendas y negocios, a pesar de las denuncias desde 2018. 

Sin embargo, la respuesta del gobierno ha sido enviar elementos del Ejército o la Guardia Nacional como observadores, los cuales luego de hacer una breve inspección se van y dejan a los pobladores en total abandono y en manos de sus agresores. 

La violencia entre grupos armados en la región Norte tzeltal-chol, ha obligado a cientos de pobladores a abandonar sus hogares en busca de seguridad, como ocurrió este viernes por la mañana cuando, alrededor de 500 uniformados del ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal, apoyados por dos helicópteros, ingresaron al poblado tras seis días de intensos enfrentamientos entre cárteles.  

El despliegue de las fuerzas de seguridad responde a una serie de actos violentos que incluyen la quema de casas y vehículos, así como la ejecución de varias personas.  

Ante este escenario, muchos habitantes decidieron aprovechar la intervención para escapar de la zona, dejando sus pertenencias y buscando refugio en lugares más seguros. 

El pasado martes por la noche, los pobladores empezaron a escuchar detonaciones de armas de grueso calibre de manera constante en el pueblo y en seguida, varios encapuchados irrumpieron en las casas, señalaron los habitantes. 

El activista Luis Alfonso Abarca González, del Comité de Derechos Humanos de Chiapas Base Digna Ochoa, negó que se haya tratado de un enfrentamiento. Se trató de un ataque, una “limpia contra los narcos autónomos” de Sañojá, en tanto los que se encuentran en la cabecera que son de Tila, que viven ahí, atacando a los pobladores, porque los consideraban sus enemigos y barrieron parejo, principalmente a gente que consideran que no está con ellos.  

Además, quienes no paga derecho de piso, los masacraron, agredieron a la población y violaron a las mujeres. Sostuvo. 

Con más de 83 mil habitantes, Tila es uno de los municipios más importantes de la región Chol. La cabecera municipal está en manos de los llamados “Autónomos”, que luego del levantamiento armado del EZLN al que se unieron como adherentes al movimiento, han venido luchando por su autonomía y autogobierno. 

Pero ante la indiferencia del gobierno estatal, a finales de 2015 los ejidatarios expulsaron a las autoridades municipales del ejido reclamando su tierra, que les fue ratificada mediante un amparo y son reconocidos ante el Registro Nacional Agrario. 

En Tila, asegura el Comité de Derechos Humanos de Chiapas Base Digna Ochoa, hay tres grupos armados: los ejidatarios autónomos de la cabecera municipal, los autónomos de Sañojá y el grupo Karma. 

El grupo Karma, conformado en su mayoría por exintegrantes de “Paz y Justicia”, los contras en la guerra de baja intensidad contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), surgió con un grupo de pobladores en septiembre de 2020, cuando en plena pandemia, los llamados “Autónomos”, armados, instalaron un portón en la entrada del pueblo de Tila para controlar las entradas y salidas, señala el Comité Digna Ochoa. 

Por Agencias