La elaboración de calzado y en especial de un par de botas con pieles exóticas, es todo un arte y dedicación, a fin de que pueda salir un producto de calidad que no sólo sea del agrado de quien las va a utilizar, sino también de la persona que llevó a cabo este proceso.

Por tal motivo, el equipo de El Sol de Hermosillo, acudió al taller del joven Gustavo Adolfo Ramírez López, ubicado al norte de la ciudad, para platicar de este trabajo que realiza desde hace varios años.

Su taller está conformado de la herramienta básica que se utiliza para este tipo de trabajos que son máquinas de coser, rodillos y cepillos lustradores, tintas, baqueta y desde luego una gran variedad de pliegos de pieles exóticas que van desde avestruz, pitón, pescado, mantarraya y res, lo cual todo se utiliza conforme va tomando forma las botas que llevan de obsequio un cinto de la misma piel.

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Gustavo Adolfo recordó que su dedicación a este noble oficio viene de su padre con quien hace algunos años empezó a laborar, pero que actualmente ya se independizó para emprender su proyecto.

“Yo empecé con mi papá de chalán boleando las botas cuando estaban terminadas, y después me fui enrolando más en los detalles, por lo que ahora desde hace cuatro años tengo mi taller, donde me dedicó con esmero, paciencia y sobre todo mucha atención, para que me gusten a mí y desde luego a quienes las va a usar”, expresó.

En ese sentido, dijo ser originario de Hermosillo, y estar familiarizado con este tipo de trabajo, no es difícil, pero sí se requiere de contar con toda la herramienta necesaria, material y dedicación, para que salga un buen producto al final.

Es por ello, que comentó que poco a poco se ha hecho de clientela y de las herramientas básicas, para hacer de la mejor forma su labor; tanto botas para niños, caballeros y damas, que incluyen el cinto de regalo.

Explicó que el trabajo consiste desde la medición del pie del cliente de largo, ancho y empeine, para después pasar a la selección de la piel que puede ser exótica o las tradicionales de vaca.

“Aquí hacemos desde las tradicionales botas vaqueras, así como cintos, algunos zapatos y botitas para los niños con tubo corto, ancho y zíper, para que entre bien el pie y anden cómodos”, expuso.

Por ello, precisó que las fechas de más trabajo son diciembre, que incluye el Año Nuevo, además de la temporada de la ExpoGan, donde se llegan a fabricar hasta más de 15 pares de botas a la semana, con tiempo de manipulación de tres a cuatro días para que estén bien secas.

Describió que los cortes de la piel deben ser muy adecuados para lograr un buen acabado, que van desde pitón, mantarraya, pescado brasileño que es un poco raro, y avestruz, que van de un costo de dos mil 800 pesos hasta los ocho mil pesos, por lo que lo pueden contactar en su Instagram “Tavo’s Boots”.

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“Gracias a Dios tenemos trabajo, por lo que tenemos las ganas de salir adelante y ampliar la producción con otros artículos, por lo que quienes tengan la intención de empezar su propio negocio les decimos que se avienten y verán que todo sale bien”, compartió.

Ramírez López abundó que tiene envíos a varias partes de Estados Unidos, como Arizona y California, las cuales manda por paqueterías y su buena calidad siente que ha sido por recomendaciones de clientes que han quedado satisfechos, sin embargo, también le da su toque personal de control de calidad para que no haya ningún devolución como hasta el momento no se ha tenido.

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Por Agencias

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