Lágrimas y risas y Memín Pingüín son dos historietas que pertenecen al acervo cultural popular de México. Su creadora fue la escritora Yolanda Vargas Dulché, quien no sólo hizo historias para el formato impreso, sino también para el cine y la televisión.
Nació el 18 de julio de 1923 en la Ciudad de México y murió en la misma ciudad el 8 de agosto de 1999. Vargas Dulché se inició en el ambiente artístico como cantante junto con su hermana Elba, con quien formó el dueto La rubia y la morena.
Ambas tuvieron bastante éxito al presentarse en diversos lugares de México, Norteamérica y Cuba. También estuvieron en algunos programas de la XEW y Radio Mil. Sin embargo, en el ámbito en el que mayor reconocimiento tuvo Yolanda Vargas fue en la literatura.
Autora por naturaleza
Se sabe que los diecisiete años, Yolanda Vargas Dulché publicó una serie de narraciones cortas en el suplemento dominical de El Gráfico. Más tarde publicó su primer argumento titulado Ladronzuela, en la serie Rutas de Emoción de la revista Chamaco.
En el año 1943, creó junto con el dibujante Leopoldo Zea Salas, la historieta romántica Flor del arrabal, transformada más tarde en Alma de barrio. Ese mismo año escribió Almas de niño, que se transformó algún tiempo después en Memín Pinguín, obra que le dio amplio reconocimiento a la autora.
Este relato conquistó el mercado del sur de los Estados Unidos, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. Asimismo es uno de los comics más leídos en Filipinas. Memín Pinguín se publicó dentro de la serie Almas de Niño, el argumento fue de Vargas, mientras que el dibujo fue obra de Alberto Cabrera.
Memín Pinguín y la polémica
La historieta relata la vida de Memín Pinguín (más tarde bautizado como Memín Pingüín), un niño afromexicano muy alegre que vive varias aventuras de la mano de sus amigos, Carlangas, Ernestillo y Ricardo. Memín es un estudiante de tercero de primaria que tiene una relación muy cercana con su madre Eufrosina a quien se refiere como Ma´ linda.
El nombre de Memín está inspirado en el esposo de Yolanda Vargas, quien se llamaba Guillermo. Por su parte, Pinguín es una referencia a la palabra “pingo“, la cual se usa para referirse a los niños traviesos.
La historieta aborda temas como el divorcio, el abandono parental, el clasismo y el racismo, la violencia física y la delincuencia infantil. Además todos los personajes vienen de familias disfuncionales.
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En 2005, el personaje de Memín apareció en una serie de estampillas conmemorativas de la caricatura mexicana. La polémica comenzó porque el gobierno estadounidense calificó a las estampillas como racistas, ante lo cual diversas voces se manifestaron.
Eufrosina, la madre de Memín es retratada como una mujer obesa y dedicada al servicio doméstico. De acuerdo con la activista dominicana Ochy Curiel:
“La imagen de la madre de Memín sigue generalizando y universalizando una mujer negra, como si todas fuésemos iguales y como si sólo el trabajo doméstico fuera lo que sabemos hacer y estuviésemos ‘esencialmente’ condenadas para ello. Yo me pregunto: ¿si la madre de Memín hubiese sido médica, abogada o ingeniera, sería el personaje tal como está presentado en esta historieta? Seguro que no.”
Otras historietas clásicas de Yolanda Vargas Dulché
En 1943, Yolanda Vargas, apodada la “Reina de las Historietas”, comenzó a escribir historietas y personajes inspirados en sus amigos de infancia en la colonia Guerrero.
Su creatividad le permitió producir otros títulos indispensables para entender la evolución de la historieta en México: Yesenia, María Isabel y Rubí, entre otras, las cuales fueron publicadas con gran éxito en El chamaco chico, El Pepín y Lágrimas, risas y amor, y posteriormente en la Editorial Argumentos fundada en 1964 por la propia Vargas Dulché. Esta editorial se convertiría tiempo después en la Editorial Vid.
En 1946, la autora y editora incursionó en el ambiente cinematográfico con el guion Cinco rostros de mujer, que ganó en 1948 el Ariel al mejor argumento original.
En respuesta a la pregunta del motivo del éxito de sus personajes, Vargas Dulché respondió: “Para que un personaje tenga éxito, trascienda y obtenga popularidad, ha de ser convincente, actuar tal como actuamos no puede ser de cartón. Para mí no existe la gente a quien le pegan, le hacen injusticias y sigue chillando sin reaccionar, como pasa en una que otra novela de la televisión” (Tuve que abrirme paso a bofetadas con la vida y aquí estoy, pobre y triste, dice Yolanda Vargas Dulché. Por Bambi, Excélsior. Sección B, 8 de agosto de 1985. P. 3)