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Carlos Alcaraz, a sus 20 años, un tenista entre el entusiasmo y la madurez
El irregular fin de curso, con la desigual participación en las Finales ATP y sin protagonismo, por la ausencia de España, en la lucha por la Copa Davis, no puede ni debe ablandar el estupendo curso completado por Carlos Alcaraz, erigido y asentado como principal alternativa al dominio que ha terminado por establecer el serbio Novak Djokovic.
A los veinte años cierra el jugador de El Palmar el 2023 en el segundo lugar de la clasificación mundial. Con más títulos que ningún otro año, seis, con todo el entusiasmo y el fervor instalado en su juego y con la madurez de un jugador experimentado ya en grandes citas, en momentos de enjundia, habituado a la gloria.
Suele permanecer en la memoria lo más reciente. Especialmente en el deporte, donde un acto aplaca al anterior, donde un ganador apaga al precedente. El último tercio de la temporada el ruido generado por el número uno español ha sido menor. Porque el alboroto lo genera el ganador y lo del resto se pierde. El incontestable poder ejercido por Djokovic y el buen final de Jannik Sinner han arrinconado los méritos del murciano, que ha tenido una campaña irreprochable con una envidiable hoja de servicios.
Incluso la recta final, en la que su protagonismo ha quedado a un lado, su actuación fue meritoria. Le hizo daño a Alcaraz la final perdida en Cincinnati ante Djokovic, al que tuvo contra las cuerdas, con el partido ganado. Desde entonces, desde esa penúltima semana de agosto, el jugador de El Palmar fue semifinalista en el Abierto de Estados Unidos que el año pasado ganó. Salió de Nueva York sin el número uno que pasó a Djokovic. Pero la temporada estaba hecha.
Fue el 11 de septiembre, después del Abierto de Estados Unidos, cuando Alcaraz se despegó del número uno. No tenía margen de error en el USA Open el joven de El Palmar que logró en Flushing Meadows, en el 2022 su primer Grand slam, y que tenía que volver a ganar en este 2023 para no perder terreno. Se estancó en semifinales, contra Daniil Medvedev.
Ganador de Wimbledon, en los Masters 1000 de Madrid e Indian Wells, en los torneos de Barcelona, Buenos Aires y Queens, Carlos Alcaraz, finalista además en el Masters 1000 de Cincinnati y el torneo de Río de Janeiro una temporada espectacular. Casi recién llegado al tour profesional en apenas tres años ya cuenta con doce títulos en su carrera, méritos que algunos relevantes tenistas de la historia no han llegado a acumular.
Representa el futuro el murciano, la esperanza a la que se aferra el tenis español, cuando el tiempo engulle la magnitud de Nadal, y también el circuito profesional que espera alternativas firmes, consistentes y definitivas, que garanticen la continuidad del alto nivel sobre la pista. Uno de esos iconos que a lo largo de la historia han hecho del deporte de la raqueta de los más seguidos por el aficionado.
De hecho, Alcaraz ya ha tuteado al gigante Djokovic. Los cinco duelos entre ambos están instalados en la memoria de los seguidores. El balcánico ha ganado tres de los cinco que han disputado. Todos este año. En la semifinal de Roland Garros, en cuatro sets, las Finales ATP, la que más claramente se decidió, en solo dos mangas, y en la final del Masters 1000 de Cincinnati, elegida por la ATP como el mejor choque del 2023.
La tuvo ganada el español, con un punto de partido, pero acabó en manos del número uno después de un cara a cara dramático, épico, de tres horas y 49 minutos para los tres sets disputados (5-7, 7-6(7) y 7-6(4).
Alcaraz, que batió al jugador de Belgrado en el 2022, en el Masters 1000 de Madrid, la primera vez que se enfrentaban, se impuso también en la final de Wimbledon, en otro partido para rememorar. Resuelto en cinco mangas y que coronó al español en la Catedral.
Advierte el 2024 un aspecto apasionante. Para Alcaraz y para el resto. Lleno de retos. Nuevos desafíos, entre ellos los Juegos Olímpicos, en París, en el mismo escenario que Roland Garros, sobre tierra. Con Nadal de vuelta, con Djokovic en plena ebullición, con Alcaraz y Jannik Sinner junto a Holger Rune como representantes de la nueva ola, de los nuevos tiempos.
La puja por los Grand Slam abierta y entre ceja y ceja para Djokovic todos los grandes en un mismo curso. Y con el español y el italiano dispuestos al asalto. En puertas de la madurez, como aspirantes claros. Convencidos de que su era ha llegado.
Sinner, de hecho, ya ha roto el maleficio y ha sido capaz de ganar al número uno del mundo, con el que no podía hasta el tramo final de este 2023 cuando le superó dos veces en poco más de una semana. En la fase de grupos de las Finales ATP y en la Copa Davis. Aún así, el serbio gana en el cara a cara.
Alcaraz y Sinner es el devenir. Los llamados, con permiso de Rune, a convertir en clásicos sus enfrentamientos. Segundo y cuarto del mundo, ya acumulan siete duelos entre sí. El transalpino ha ganado cuatro. Tres el español.
Uno de ellos también ha sido elegido por la ATP entre los cinco mejores del 2023. El tercero más destacado. La semifinal de Miami que ganó en tres sets Sinner 6-7(4), 6-4 y 6-2. Habrá muchos más. EFE
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Carlos Alcaraz, a sus 20 años, un tenista entre el entusiasmo y la madurez
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