Empalme, Sonora.- El Museo Ferrocarrilero (Mufer) arribó el pasado 20 de noviembre al 26 aniversario de su fundación, lo que le ha valido infinidad de felicitaciones a su director general y fundador, licenciado José Luis Islas Pacheco.

Fue el 20 de noviembre de 1997 cuando el Mufer abrió por primera vez sus puertas al público, que pudo disfrutar de todo el acervo cultural y patrimonio ferrocarrilero que ahí celosamente es resguardado.
Antes, Islas Pacheco vivió una verdadera odisea y muchos meses de gestión para lograr que se le diera en donación el coche express por parte de la empresa – ya extinta – Ferrocarriles Nacionales de México (FNM).
Su tesón, perseverancia y enorme terquedad vencieron finalmente a quienes de inicio se oponían a darle en donación el coche, y que después, al verlo en lo que lo convirtió, comprendieron que fue la mejor decisión que pudieron haber tomado (aunque con mucha presión de su parte).
Pero eso fue solo en lo que a la gestión se refiere, porque después enfrentó otra odisea al trasladarlo del interior de los Talleres Generales al sitio donde hoy se encuentra, en la Plaza Ferrocarrilera. Fue algo que la gente jamás se hubiera imaginado: ver el tendido de vías por pleno centro comercial de la ciudad, y sobre éstas el coche.
De 1997 a la fecha el Museo Ferrocarrilero ha cambiado en tres ocasiones su museografía, y acorde a la modernidad ha mudado paulatinamente a la era digital, llegando de esta manera a la población joven, a la que ha enfocado mucho sus baterías.
El Mufer es considerado por el Inegi como uno de los museos más activos de México, pues incluso durante la pandemia no detuvo su actividad, aunque de manera virtual.
Y no para, porque las actividades van una tras otra.

Por Agencias