Vinicio Castilla tuvo una celebración especial durante las fiestas patrias de 1997. El oaxaqueño hizo tronar su madero el 16 de septiembre para conectar un cuadrangular que resultó histórico al llegar a 40 vuelacercas por segunda temporada consecutiva. El entonces tercera base de los Rockies de Colorado terminaría esa campaña con una curiosa marca muy difícil de igualar.

Castilla ya no volvió a sacar otra pelota del parque en los 11 encuentros restantes de esa temporada, con el cuadrangular ante los Marlins de Florida cerró la cuenta en 40, la misma cantidad que pegó en 1996. Pero, además, el mexicano coincidió en cuanto a carreras producidas, con 113, y lo más increíble es que su promedio de bateo de .304 fue exactamente el mismo en ambas temporadas.

Vinny Castilla superó episodios complicados para llegar a la Gran Carpa. En una ocasión, presa de la desesperación por la lejanía de su familia, la vida difícil en ligas menores y la barrera del idioma, había decidido regresar a México. Fue una carta redactada por su padre, el profesor Carlos Castilla, la que hizo cambiar la decisión de su hijo. En ella lo motivaba a no dejar de luchar por sus sueños y valorar los sacrificios que ya había hecho. 

Vinicio Castilla inició su carrera en Grandes Ligas con Bravos de Atlanta en 1991 y en parte de dos temporadas, de esa primera etapa con ese equipo, no se voló la barda en 21 turnos.

Atlanta tenía un equipo plagado de estrellas y los informes de sus scouts sobre Castilla eran que lo veían sólo como un buen utility, es decir, capaz de cubrir con éxito todas las posiciones del cuadro, pero no esperaban mucho de su bateo. El oaxaqueño no fue protegido en el Draft de Expansión de 1992 en el que los Marlins de Florida y Rockies de Colorado eligieron a sus jugadores para formar los equipos con los que debutaron en 1993.

Rockies eligió a Castilla en el lugar 40. En ese mismo Draft, la novena de Colorado seleccionó al pitcher potosino Armando Reynoso, quien también  había debutado con Bravos de Atlanta.

Vinicio Castilla conectó su primer cuadrangular en las Grandes Ligas con la franela de los Rockies de Colorado frente al lanzador Dan Plesac, de los Cachorros de Chicago, el 27 de abril de 1993.

En 1995 llegó su primer llamado a un Juego de Estrellas y acabó el calendario con 32 vuelacercas. Siguieron las sendas temporadas de 40 jonrones y formó parte de los famosos Bombarderos de la Calle Blake, junto a Larry Walker, Andrés Galarraga y Dante Bichette.

 Su mejor cosecha fueron los 46 vuelacercas en 1998. Luego de 16 temporadas concluyó su carrera con 320 cuadrangulares. Una carta selló el destino del mejor jonronero mexicano de la historia.      

Con Información de Excelsior

Por Agencias