Guaymas, Sonora.- “La primera vez que Milagros recibió la delfinoterapia cuando tenía tan solo un año de edad, salió del agua diciendo mamá y papá”, expresó Isabel María Ju Lucero, madre menor originaria de Navojoa, Sonora, beneficiada del programa de terapias asistidas. La madre de la niña con síndrome de Down, contó que su hija de 13 años de edad ha presentado avances muy importantes en su sistema cognitivo y psicomotor, a través de este tipo de terapias asistidas por delfines en el Delfinario Sonora, en San Carlos, Nuevo Guaymas.
La mujer aseguró que antes de recibir este tipo de terapias, su hija no convivía con nadie y no decía nada.
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La primera terapia que tuvo mi hija salió diciendo mamá y papá; empezó a convivir con los demás niños. A como inició y como va ahora, es mucho el avance que ha tenido”, mencionó.
Ahora, dijo, su hija es más sociable “convive más con la gente y ahora Milagros es una niña normal que se la lleva con sus hermanos y con todos. Nadie de la familia la limitamos hacer las cosas”. Al igual que su hija Milagros, la madre de la niña, Isabel María, tuvo su primera experiencia de interactuar con los delfines.
Cuando ingresé al agua me dio miedo ver a los delfines de cerca, pero ya estando en contacto se relajó el cuerpo. Es una muy bonita sensación, porque entras en un descanso, te llega una paz y una tranquilidad con el sonido que emiten,” describió.
Agradeció a la presidenta del Sistema DIF en Álamos, Ana Rebeca Barriga Grageda por gestionar las terapias asistidas con delfines ante DIF Sonora y el apoyo que ha brindado con el traslado desde Álamos al Delfinario Sonora.
De verdad que estamos muy agradecidos con la señora Rebeca, por apoyar en todo momento a los niños con capacidades diferentes, que Dios los siga bendiciendo para que ayuden a más niños, a más personas, pero sobre todo a los que menos tienen,” finalizó.
Fuente: Tribuna