El máximo órgano del Poder Judicial, que casualmente está bajo asedio diario desde hace muchos meses por el Poder Ejecutivo, acaba de demostrar que está radicalmente a favor de la defensa de los derechos humanos, especialmente de las mujeres en materia de aborto.

Desde hace más de un año, bajo otra presidencia del máximo órgano jurisdiccional, se aprobó una sentencia que defendía el derecho a decidir de las mujeres, siendo aplicable a todo el país, a pesar de lo cual muchos estados de la República no habían cambiado sus legislaciones. Durante la semana que recién concluyó, la SCJN remató con otra sentencia en el mismo sentido, pero ahora para hacer obligatorio el cambio de legislación en los estados que conforman México. Se debe quitar el delito de aborto, incluso en el Código Penal Federal, donde permanecía escondido entre delitos como el tráfico de enervantes o de personas. Ese código aplica para delitos federales de alto impacto que, por lo tanto, son materia de la Fiscalía General de la República, por lo que era ridículo que un asunto que atañe a la intimidad de las personas permaneciera en ese cuerpo legislativo.

Muchas y muchos habíamos hablado del tema sin que nunca nadie hiciera eco de nuestras palabras, pero ahora una ONG llamada GIRE, históricamente ligada al tema, hizo lo conducente en materia jurídica para que el tema llegara hasta la Suprema Corte, resolviéndose de esa forma.

Cabe señalar que el objetivo nunca ha sido favorecer el aborto, pensar así es una aberración, se trata de respetar cabalmente el derecho que tienen todas las mujeres (y las personas con capacidad de gestar) para continuar o no un embarazo.

México es todavía un país de mayoría católica, y a la luz de esa religión el aborto es una falta grave, entonces las mujeres que profesan esa religión no verán afectados sus derechos ni libertades, podrán continuar con la gestación hasta el feliz nacimiento de un bebé, pero quienes no profesen esa religión y detenten otro código moral, también podrán ejercer su derecho a interrumpir la gestación en caso de que les represente algún problema.

Exactamente el respeto a la libertad de culto debe ser irrestricto por el Estado, que debe garantizar que, bajo cualquier circunstancia, todas y todos los ciudadanos tengan la posibilidad de actuar de acuerdo con sus valores fundamentales, por supuesto, sin afectar la vida de los demás. Ese es el concepto más pulido de laicidad, es decir, lo que abarca el respeto a la libertad de culto.

México es un país pluricultural, en el que se profesan muchas otras religiones además de la mayoritaria y, por supuesto, todas merecen respeto por parte del Estado y de la sociedad en su conjunto. Hay muchos puntos de vista respecto al momento del inicio de la vida, del inicio de la persona, así como del final de las mismas. Todas son respetables y de ninguna manera se puede imponer un código moral, derivado de alguna religión al resto de la población, eso sería un atropello muy grave.

El Ejecutivo federal actual, en lugar de celebrar estos progresos a favor de las mujeres, se dedica a insultar y descalificar personalmente a cada ministra o ministro que no sigue sus instrucciones. Ya nos urge que termine esta administración de gente manipuladora y engañadora. Espero no vuelvan nunca.

Con Información de Excelsior

Por Agencias