La temporada de Fórmula 1 todavía tiene varias carreras antes de su finalización, aunque es innegable que, tanto el campeonato mundial de constructores, así como el de pilotos, están definidos: Red Bull se coronará por segundo año consecutivo, mientras que Max Verstappen se unirá a un selecto club que ha ganado el título en tres ocasiones.

El neerlandés ha asumido el control del serial poniendo una enorme distancia entre él y el resto. Su dominio ha sido abrumador desde 2022, ganando 26 de las 35 carreras, sin olvidar que en 2021 también fue brillante, conquistando su primer título, quedándose con la bandera de cuadros en 10 de los 22 Grandes Premios.

Para acumular tantas victorias y puntos ha sido necesario contar con un gran auto, Red Bull ha puesto en sus manos el mejor; además de que cuenta con el respaldo de un gran equipo, encabezado por Christian Horner, y Adrian Newey.

Esto no es algo nuevo en el serial, los grandes pilotos y sus excelentes resultados han ido siempre de la mano de correr en los mejores equipos, basta con ver con qué escuderías lograron Michael Schumacher, Ayrton Senna, Alain Prost, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton (por poner ejemplos de los últimos 40 años) sus campeonatos.

Es cierto que, en el caso de Schumacher, cuando arrasó con la Fórmula 1 en Ferrari, el equipo llevaba años de no ser protagonista y el germano fue instrumental para el cambio de fortuna. En el caso de Verstappen, que él no llegó a un equipo campeón mundial, ha sido un proceso que inició en su primer año, en 2016, y desde esa campaña, al menos, ha ganado una carrera en todas las que ha estado con Red Bull; la escudería austriaca apostó por él y juntos han ido desarrollando un monoplaza capaz de, primero, terminar con la racha de títulos de Hamilton; después, con la de Mercedes, hasta llegar a su actual dominio.

Restarle méritos al neerlandés porque tiene el mejor auto me parece simplista. No cualquiera le sacaría el rendimiento al RB19 que él le exprime. Con el triunfo en Zandvoort llegó a 32 carreras seguidas sumando puntos. Además de más récords que ya posee (incluyendo el de victorias consecutivas, que logró empatar el domingo), todo indica que superará los de victorias y puntos que impuso en 2022.

Max es un talento generacional, por ello es el piloto más joven en llegar a F1. Puede no ser simpático y también puede ser que el equipo claramente se mueve al ritmo del bicampeón, cosa que no debe sorprender, tiene lógica, y ha sido la decisión correcta, comete pocos errores, cuida el auto, Red Bull ha asumido el rol de protagonista del campeonato y él, a su vez, se va a coronar tricampeón del mundo.

Con Información de Excelsior

Por Agencias