En México, un grupo de momias resguarda una historia macabra y fascinante que ha capturado la atención del público durante décadas. Sin embargo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México ha lanzado una advertencia preocupante: las momias de Guanajuato, parte de una exposición itinerante que ha viajado por el país, podrían estar enfrentando una amenaza inusual pero peligrosa: la proliferación de hongos.

Aunque estas momias permanecen en exhibición, su legado ha trascendido las fronteras, inspirando incluso a los amantes del horror con su historia que se asemeja al espíritu de Halloween. A diferencia de las narrativas cinematográficas en las que las momias regresan a la vida, la amenaza que ahora se cierne sobre ellas es mucho más terrenal, en forma de un ataque fúngico.

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Rodrigo Ayala

El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, consciente de la importancia de estas momias como parte del patrimonio cultural, ha expresado su preocupación por la presencia de hongos en las exposiciones itinerantes. La última exhibición en Ciudad de México, que presenta seis momias en vitrinas de cristal, ha generado especial inquietud debido a la incertidumbre sobre la hermeticidad de estas vitrinas.

La situación se ha vuelto aún más alarmante al descubrir que las momias se exhiben sin las salvaguardas necesarias contra riesgos biológicos. El INAH reportó que al menos una de las momias exhibidas muestra signos de proliferación de posibles colonias de hongos, basándose en fotos publicadas y en la inspección realizada por el instituto en noviembre de 2021.

Las momias de GuanajuatoShutterstock

Aunque las infecciones fúngicas mortales en momias no son comunes, tampoco son desconocidas en la historia. Un ejemplo impactante es el de la tumba del rey Casimiro IV en Polonia, donde 10 de los 12 científicos que asistieron a su inauguración en 1970 murieron unas semanas después, posiblemente debido a la exposición a hongos. Estos incidentes subrayan la fragilidad de la preservación de momias y objetos antiguos, que pueden ser víctimas de invasiones biológicas imprevistas.

El origen de las momias de Guanajuato es un enigma en sí mismo. A diferencia de los procesos de momificación intencionales, los expertos creen que estas momias del siglo XIX o XX se momificaron de manera involuntaria. El entorno rico en minerales, una bóveda subterránea seca y hermética, u otras condiciones ambientales pudieron haber contribuido a este fenómeno. A pesar de no haber sido tratadas con los métodos convencionales de embalsamamiento, algunas de estas momias aún conservan restos de pelo, piel e incluso ropa.

La historia de las momias de Guanajuato

La historia de las momias mexicanas se remonta a la década de 1860, cuando las familias no podían costear las tasas de entierro y los cuerpos se desenterraron. En lugar de encontrar huesos polvorientos, los trabajadores descubrieron cuerpos sorprendentemente bien conservados, lo que llevó a su exhibición para atraer a visitantes dispuestos a pagar por verlos. A lo largo del tiempo, la exhibición adoptó un enfoque más terrorífico, posicionando a las momias en poses que evocaban gritos silenciosos.

Aunque las momias han sido una atracción turística, las críticas sociales han aumentado, ya que algunas voces argumentan que estas son personas que merecen respeto como depositarias de la historia de su época. Una iniciativa para identificar a estas personas ha comenzado en 2022, buscando darles nombres y honrar su memoria.

Ahora, a las críticas sociales se suman las preocupaciones por la salud y el legado cultural. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México subraya la necesidad de estudiar minuciosamente la situación para determinar si los signos de riesgo biológico amenazan tanto a las momias como a quienes las manipulan y las visitan. Mientras tanto, el misterio que rodea a las momias de Guanajuato continúa evocando una mezcla de asombro y inquietud, recordándonos que el pasado, incluso en su forma más extraña, sigue resonando en el presente.

Por Agencias