Se habla de ellos como los materiales del futuro y cada vez son más las investigaciones sobre sus aplicaciones en áreas como la salud, la construcción, la cosmética, el medio ambiente o la electrónica. A pesar de esto, todavía siguen siendo unos grandes desconocidos para muchas personas y la cantidad de información que hay al respecto, a veces algo exagerada, favorece la aparición de mitos acerca de ellos.

Existe una regulación sobre la nanotecnología en México pero es de aplicación voluntaria.iStock

Repasemos algunos de los mitos más extendidos. 

1. Los nanomateriales son tóxicos

Efectivamente, algunos nanomateriales han sido identificados como potencialmente tóxicos y, entonces, nocivos para la salud. Ejemplos de ello son los óxidos de metal (como de titanio y zinc), las nanopartículas de plata, de sílice, o de óxido de hierro. Sin embargo, la gran mayoría de los nanomateriales no parecen ser tóxicos o, en todo caso, esto depende de la composición, la forma y el tamaño que tengan.

2. Los nanomateriales son milagrosos

Es cierto que muchos nanomateriales han supuesto un gran avance, como por ejemplo en la medicina, pero también hay otros que no han resultado en algún beneficio claro. Cuando un resultado no es positivo, suele tener menos difusión. Entonces, es normal que los resultados más positivos sobre la investigación en nanomateriales son los que más llegan al público creando esta idea de que son todos ellos revolucionarios y milagrosos.

3. La nanotecnología hace nanorrobots

Los nanorrobots o nanobots son dispositivos a escala nanométrica que deben realizar tareas concretas. Aunque se están realizando investigaciones en las áreas de medicina, electrónica o medio ambiente, todavía están en una etapa muy temprana. A pesar de ello, existe la idea bastante extendida de que los nanobots ya son una realidad y de que sus objetivos son, principalmente, bélicos.

4. La nanotecnología no está regulada en México

Una regulación sobre la nanotecnología es importante ante la posible toxicidad de algunos nanomateriales. La opinión sobre la existencia de una regulación de la nanotecnología en México está dividida. Aunque existe una serie de normas para regular la nanotecnología en México, derivadas de la participación de México en el TLCAN y en el comité de la ISO de la nanotecnología, son de aplicación voluntaria. Esto es lo que se llama regulación blanda y su eficacia suele ser limitada pero sirve para ir logrando la adaptación hacia una regulación obligatoria. Entonces, en este caso, el mito tiene algo de cierto.

5. La característica más importante de los nanomateriales es el tamaño

Aunque el tamaño es uno de los factores más importante de los nanomateriales, no es el único que afecta su comportamiento. Otros como la forma, la composición química y la estabilidad coloidal tienen mucho que ver en el tipo de propiedades de un nanomaterial y, por tanto, en sus aplicaciones. Algunos factores que no tienen tanta importancia son la energía, la fuerza, el volumen o los circuitos que contienen. 

6. Los nanomateriales se crean moviendo átomo a átomo

Aunque cada vez se conocen más aplicaciones de los nanomateriales, existe un desconocimiento importante sobre el proceso por el cual se producen. Hay básicamente dos formas de crearlos: la top-down y la bottom-up. En la primera se parte de una pieza de material grande y, a partir de ella, se producen las estructuras más pequeñas. Procesos de este tipo son la litografía y el devastado químico y físico. Por otro lado, se pueden ensamblar los átomos y las moléculas para crear estructuras más grandes, esto es la técnica bottom-up. Procesos de este tipo son las reacciones químicas, procesos físicos y el autoensamblaje. 

7. Los nanomateriales no tienen un efecto nocivo para el medio ambiente

Se sabe ya que algunos nanomateriales son potencialmente nocivos cuando se liberan al medio ambiente: en los medios acuáticos, en el suelo y en otros ecosistemas. Por ejemplo, las nanopartículas de óxido de metal que se utilizan en los protectores solares y pinturas pueden ser perjudiciales para los organismos que viven en el agua o en el suelo. En general, al ser liberadas, las nanopartículas pueden interactuar con los organismos y tener efectos sobre ellos o sobre los ecosistemas. 

Como ya se mencionó, el nivel de toxicidad dependerá de varios factores como la forma, el tamaño o la composición del nanomaterial. Las regulaciones sobre nanotecnología tienen en cuenta este posible efecto perjudicial.

Referencias

Por Agencias