¿Alguna vez has lamido la hoja de un mangle? Lo que te llamará más la atención –si lo haces– es que sabe a sal, esto se debe a las glándulas secretoras de sal en la base de las hojas con las que cuentan este tipo de vegetación. Este es un mecanismo indispensable para estos árboles que se caracterizan por crecer en una zona que pocas plantas pueden llamar hogar, la zona de transición entre mar y tierra.
Dónde se encuentran
Este tipo de humedal costero se encuentra en las desembocaduras de ríos, lagunas costeras y esteros, debido a ello crece en sitios donde confluyen agua salada, proveniente del mar, y agua dulce, proveniente del escurrimiento de ríos, arroyos y afluentes de agua subterránea. Las especies de mangle que crecen en ellos tienen adaptaciones para sobrevivir en este ambiente, como sus características raíces aéreas o las ya mencionadas glándulas secretoras de sal.
Su importancia
El ecosistema manglar, que recibe su nombre por sus característicos mangles, es uno de los más importantes a nivel mundial. Sin embargo, también es uno de los más ignorados y en más riesgo debido a un reordenamiento territorial inadecuado. Los manglares, al encontrarse usualmente en zonas costeras, suelen ser desplazados para construir hoteles, casas u otros atractivos turísticos en sitios donde el paisaje simplemente quita el aliento. A su vez, son víctima de otras actividades humanas, como la tala para obtención de madera, construcción de carreteras y la agricultura de arroz, palmeras o caña de azúcar.
Pero la pérdida de manglares también tiene graves repercusiones, desde ecológicas hasta económicas. A nivel ecológico este ecosistema es de suma importancia al ser un criadero de multitud de especies como aves, mamíferos, crustáceos, peces e insectos. A su vez funcionan como barreras contra el inmenso poder de los huracanes, controlan la erosión que causan el viento, las olas y las corrientes, contribuyen a regular la calidad del agua en las costas y son importantes almacenadores de carbono atmosférico, contribuyendo así a mitigar los efectos del cambio climático.
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Visitar un manglar es una experiencia surreal, cuando la marea es alta el bosque se inunda, dejándonos ver solamente los troncos de las diferentes especies de mangle, pero cuando la marea baja podemos ver la maraña de raíces de los árboles, una red sobre la que incluso podríamos caminar a varios centímetros de un fangoso suelo.
Flora y fauna
En las aguas de los manglares, podemos encontrar cientos de especies de crustáceos, como camarones y cangrejos; moluscos, como ostiones y caracoles, y peces como bagre, mojarra, pargo y robalo, todos de importancia en la industria pesquera. Así como los cocodrilos de río (Crocodrylus acutus) y cocodrilos de pantano (C. moreletii) nadan por sus aguas.
En la parte terrestre, el jaguar (Panthera onca), mono aullador (Alouatta palliata), mono araña (Ateles geoffroyi) transitan por las marañas de raíces o las copas de los árboles, mientras que aves migratorias como la garza azul (Egretta caerulea), la garza roja (Egretta rufescens), el flamenco americano (Phoenicopterus ruber) y el aguililla negra de mangle (Buteogallus subtilis), anidan en los mangles.
Es por su increíble importancia económica y ecológica, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) decretó, en 2015, el 26 de julio el Día Mundial de la Protección de los Manglares.
Tipos de manglares en México
En México principalmente encontramos cuatro especies: mangle rojo (Rhizophora mangle) mangle blanco (Languncularia racemosa), mangle botoncillo (Conocarpus erectus) y mangle negro (Avicennia germinans) y cada una tiene una resistencia diferente a la salinidad, siendo la última especie la que presenta una mayor resistencia, siendo ideal para la restauración del ecosistema en territorio nacional.
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A nivel mundial nuestro país contribuye con el 6% del total de manglares, colocándonos en la cuarta posición por superficie ocupado por este ecosistema, sólo por debajo de Indonesia (19.5%), Brasil (8%) y Australia (7.1%). Diversos programas de recuperación de manglares se han llevado a cabo en nuestro país con éxito, la superficie ocupada por este ecosistema pasó de 775,555 hectáreas en 2015 a 905,086 hectáreas en 2020.
Manejados de forma sustentable, los manglares no sólo tienen una gran relevancia en la industria pesquera, sino que también puede ser un gran atractivo para la industria ecoturística, permitiendo el avistamiento de aves, vida silvestre y paisajes. Diversas organizaciones a nivel mundial y los gobiernos nacionales trabajan para concientizar a la población de la gran importancia que este ecosistema tiene en todos los niveles, contribuyendo tanto a nivel ecológico como una fuente de ingresos para los pobladores cercanos.
La próxima vez que visites un manglar, como los de la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, maravíllate ante el enorme banco de biodiversidad en el que te encuentras, pero a su vez no olvidemos respetarlo, no dejando basura y tratando que nuestra visita sea lo menos perjudicial posible.
Referencias:
- Velázquez-Salazar S., et al. 2021. Manglares de México. Actualización y análisis de los datos 2020. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México CDMX.
- Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2018. Día Internacional de Protección del Ecosistema de Manglar. SEMARNAT. Día Internacional de la Protección del Ecosistema de Manglar Consultado el 24 de julio de 2023.
- Comisión Nacional Forestal. 2018. Manglar, riqueza de especies. CONAFOR. Manglar, riqueza de especies Consultado el 24 de julio de 2023.