La demanda china por el pepino de mar, un animal marino suave y baboso que luce repugnante a los ojos de la mayoría de los comensales occidentales, ha catapultado de tal manera sus precios que algunas mafias mexicanas y asiáticas comparten el tráfico de drogas con el contrabando y la monopolización de ese producto.
Los chinos y los hongkoneses son los principales compradores de un comercio mundial que crece cada año en toneladas y en valor. Unos 600 gramos de pepino de mar deshidratado puede costar unos 189 dólares estadounidenses en Hong Kong, pero las especies más valiosas pueden llegar a la astronómica suma de 3.500 dólares por kilo.
La oferta mundial de este animal de cuerpo alargado que yace en el fondo del mar fue de unos 270 millones de dólares sólo en el 2020.
Los conservacionistas miran alarmados ante la acelerada desaparición del pepino de mar de los océanos porque son una pieza clave para el ecosistema marino y la salud de los corales.
Los pepinos de mar comen arena para filtrar los desechos. Luego expulsan arena limpia en un proceso conocido como ciclo de nutrientes. Su materia fecal reduce la acidez del agua de mar y libera carbonato de calcio, un componente clave para el crecimiento de los corales.
Un estudio publicado hace 11 años en la revista Fish and Fisheries, más del 70 % de las pesquerías tropicales de pepinos de mar ya estaban agotadas, explotadas por completo o sobreexplotadas. Con el crecimiento actual de la demanda, se teme que algunas especies estén seriamente amenazadas.
Y México no escapa
La avidez del consumidor chino por el pepino de mar es tal que grupos del crimen organizado tienen un mayor margen de rentabilidad contrabandeando ese producto que metanfetaminas, dijo aseveró el conservacionista Teale Phelps Bondaroff en un estudio sobre los cambios de los métodos criminales en las capturas del pepino de mar en México entre 2011 y 2021.